Zaragoza
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Zaragoza se distingue por tener una de las tasas de sinhogarismo más bajas de todas las grandes ciudades españolas. Con 0,24 personas sin hogar por cada 1.000 habitantes, la capital aragonesa se encuentra muy por debajo de la media nacional, que asciende a 0,54.

Este dato coloca a Zaragoza a la par de países con grandes resultados en la atención al sinhogarismo, como Finlandia, y muy por debajo de otros países europeos como Alemania, Francia o el Reino Unido. No obstante, según han informado a este diario desde Cruz Roja, en la capital de Aragón se estima que hay más de 500 personas sin hogar.

"La mayoría están alojadas en recursos públicos y de entidades sociales, pero algo más de 160, según el último estudio, pasan la noche en la calle", señalan. Una cifra que supone unas 38 personas más que en 2022 y que pone de manifiesto la creciente necesidad de apoyo para este colectivo vulnerable. 

Dispositivo de emergencia

Cuando el invierno se instala en la capital de Aragón y las temperaturas descienden, el Ayuntamiento pone en marcha un dispositivo de emergencia esencial para proteger a las personas sin hogar. Un mecanismo diseñado para salvaguardar la dignidad y la vida de aquellos que, por diversas razones, se encuentran en situación de exclusión social.

Este dispositivo no es solo una red de acogida, sino un sistema integral que pone en acción a varias instituciones y entidades de la ciudad, con el fin de garantizar que nadie tenga que pasar la noche a la intemperie durante los meses más fríos del año.

El corazón de este dispositivo es el albergue municipal de Zaragoza, un centro de acogida que durante el invierno se adapta a las demandas del frío. En los días más gélidos, el edificio, que ya dispone de un centenar de plazas, suma 32 plazas más en los pabellones habilitados para emergencias climáticas. 

Uno de los recursos más importantes durante las olas de frío son los módulos prefabricados de emergencia, que se colocan en los alrededores del Albergue para dar respuesta a la situación en tiempo real. Estos módulos están equipados con calefacción, literas y servicios básicos, proporcionando un espacio digno y seguro para dormir.

Además de estas plazas de emergencia, el albergue cuenta con otras instalaciones de apoyo, como la Casa Abierta, que dispone de espacios específicos para hombres y mujeres.

Además del alojamiento, los usuarios reciben alimentos calientes como desayuno, comida, cena y café durante todo el día, lo que les permite recuperar fuerzas y sobrellevar el frío con mayor comodidad. También se ofrece el servicio de ducha y ropa de abrigo, elementos esenciales para quienes no tienen acceso a estos recursos en su vida cotidiana.

Frío extremo

En los días de frío extremo, cuando las temperaturas bajan de cero grados o la sensación térmica es muy baja debido a la niebla o los vientos persistentes, el protocolo de acceso al albergue municipal se flexibiliza. Esto significa que, en esos días especialmente duros, las puertas del Albergue permanecen abiertas las 24 horas del día, sin importar la hora a la que una persona llegue en busca de refugio.

Una medida fundamental ya que, durante el invierno, las personas sin hogar suelen enfrentarse a situaciones de riesgo que pueden poner en peligro su salud e incluso su vida.

El Ayuntamiento de Zaragoza no solo ha centrado sus esfuerzos en la acogida inmediata, sino que ha desarrollado un Plan Integral de Personas Sin Hogar que trabaja en varios frentes para abordar el sinhogarismo de manera integral. Uno de los aspectos más importantes de este plan es la prevención, que se lleva a cabo a través de medidas como el refuerzo de ayudas de urgencia para necesidades básicas como la vivienda, el apoyo en la atención a la salud y la promoción de la empleabilidad.

Además, se han puesto en marcha programas de intervención socioeducativa y psicosanitaria en la calle, así como protocolos de detección temprana que facilitan la incorporación de estas personas a los recursos disponibles. Además, se les informa sobre los programas de inserción social, empleo y formación que les permiten, a largo plazo, iniciar un proceso de reintegración en la sociedad.

Red de trabajo

Una de las principales líneas del plan es la coordinación con entidades sociales y otros servicios municipales, lo que permite un trabajo compartido en red para abordar los casos más graves de exclusión residencial. Además, el Ayuntamiento ha incrementado el parque de viviendas sociales en los últimos años.

Actualmente, Zaragoza cuenta con 78 pisos distribuidos por diferentes zonas de la ciudad, lo que permite a las personas sin hogar acceder a un alojamiento temporal y empezar a construir un itinerario hacia la inclusión social. Estas viviendas están destinadas a personas en procesos de inserción y reorientación de su vida, proporcionando un espacio seguro donde puedan desarrollar habilidades sociales y participar en programas de formación y empleo.

El dispositivo de frío en Zaragoza no es solo un esfuerzo del Ayuntamiento, sino que también involucra a diferentes entidades de la ciudad. Cruz Roja, Protección Civil y diversas asociaciones sociales trabajan en coordinación para identificar a las personas sin hogar en las calles y ofrecerles una alternativa de alojamiento.

Además, se realizan patrullas nocturnas que recorren las zonas más vulnerables de la ciudad, buscando a aquellas personas que aún no han solicitado ayuda, para intentar convencerlas de que pernocten en los albergues disponibles.

Cabe recordar en este punto que son más de 160 personas las que se quedan a la intemperie durante el frío invernal. Los voluntarios de Cruz Roja se encargan de proporcionarles bebida caliente, mantas, sacos y alimento. "Hablan con ellos y les animan a emplear los recursos, sobre todo a aquellos que los desconocen", explican desde la oenegé.

Este grupo de voluntarios que sale durante las noches lleva a cabo tres rutas distintas a la semana. "Antes del itinerario, si hay avisos de urgencia, salen primero atenderlos", concretan. 

Además de las intervenciones directas, el dispositivo de frío también incluye campañas de sensibilización y prevención. Se han diseñado materiales informativos que recuerdan a la ciudadanía que el frío puede ser mortal para las personas sin hogar, invitando a cualquier persona que vea a alguien en situación de vulnerabilidad a contactar con los servicios de emergencia para garantizar que reciban ayuda. 

Una campaña que resulta imprescindible en el trabajo de estos voluntarios para ayudar a las personas sin hogar. "Nos llegan llamadas de ciudadanos que nos informan de personas que se encuentran en situación de calle y que no nos constan", aseguran.