El jovencísimo torero aragonés Aarón Palacio cortó una oreja este lunes en la feria de Bilbao con una extraordinaria faena con la que repitió las buenas sensaciones que dejó en plazas como las de Sevilla o Dax, en Francia.
Ante los toros de la ganadería de José Cruz, Palacio demostró su buen hacer y por qué está llamado a situarse entre los grandes del panorama nacional. Pese a sufrir una aparatosa voltereta al intentar un quite por chicuelinas en el primero de la tarde y llevarse un pisotón en el segundo, el joven torero zaragozano no se amedrentó y terminó consiguiendo su merecido trofeo. Y eso que acabó con el tobillo vendado y cojeando visiblemente por momentos ante las dificultades para apoyar el pie derecho.
Comenzó de rodillas y a dos manos, y al quinto toro del lote lo recibió a portagayola, mostrando un efectivo manejo del capote con el que se ganó los aplausos del respetable, un entusiasmo que espera trasladar a sus futuros compromisos. Su actuación le llevó a acaparar los titulares de los medios especializados, que lo definen como un torero revelación, destacan su precocidad al sumar apenas media docena de novilladas con caballos e invitan a no perder de vista su nombre por su "gran proyección".
La faena provocó sensación antes incluso de entrar al ruedo. Tanto es así que cerca de medio millar de personas, entre los que había aficionados de todas las edades, acompañaron a Palacio, Jarocho y Javier Zulueta, con quienes compartió cartel, por las calles de Bilbao con motivo de la Semana Grande. Lo nunca visto.
El aragonés Miguel Cuartero, dedicado a enseñar el arte de la faena, recordaba ya hace unos días en una conversación con El Español cómo se fijó en Palacio por su estilo, su habilidad su carisma especial. Este comenzó en su escuela 'Mar de Nubes', sin querer ser torero, pero no tardó en picarle el gusanillo. Ahora, promete dejar huella en el mundo del toreo y pasear el nombre de Aragón por las plazas más importantes de Aragón y del extranjero.