Zaragoza

La Ofrenda ha terminado minutos antes de las 0.00 tras reunir a 409.867 en la plaza del Pilar. Ha sido la más larga de la historia, nada menos que 17 horas y media que han estado marcadas por las flores, la lluvia y una devoción sin límites.

Según datos del Ayuntamiento, este año han participado más de 900 grupos. "El número provisional de oferentes se establece en unos 135.000 a falta de la cifra definitiva que se conocerá este domingo, puesto que la presencia de lluvia durante varios tramos de la mañana y la proteccion con los paraguas ha hecho mas complejo el conteo", apuntan.

"Estamos muy contentos con la respuesta del público. A pesar de que ha habido momentos en los que la lluvia ha hecho acto de presencia, no ha interrumpido la Ofrenda, todo ha transcurrido con normalidad y una vez más, la tradición y la devoción ha hecho evidente que la Virgen del Pilar es una patrona venerada por todos los zaragozanos y por aquellos visitantes que han venido a disfrutar con nosotros este día", ha asegurado la concejala de Cultura, Sara Fernández.

Las precipitaciones del mediodía han obligado a más de uno a ponerse a cubierto y han 'vaciado', al menos por momentos, las principales calles del centro. Por la tarde, sin embargo, la imagen era ya totalmente distinta. "Ahora sí que hay gente", decía uno de los oferentes a escasos metros de la Virgen pasadas las 17.00.

En la calle Salduba, detrás del escenario de la fuente de la Hispanidad, el ambiente era ya más parecido al de otros 12 de octubre, con las barras y las terrazas llenas y actuaciones musicales para acompañar.

En la plaza, quizá no había tanta gente como otras ocasiones, pero para hacerse una buena foto cerca de la Virgen había que esperar en segunda o tercera fila. "Llevamos más de 20 minutos para cruzar de un lado a otro", se quejaba otro zaragozano en el inicio de la calle de Alfonso I.

Otros, en cambio, se lo tomaban con más humor. "¿Y dónde está Paco? Da igual, lo esperamos en el bar", se contestaba a sí misma una mujer. Los que ya habían estado por la mañana podían, incluso, comparar. "Ahora está todo más impracticable que a mediodía", decía un padre de familia a pocos metros mientras veía pasar a los oferentes en sentido contrario.

"¡Pero si parece Semana Santa!", comentaba otro. "Venir aquí ha sido una locura", se escuchaba al lado a un padre sufridor que llevaba ya varios minutos intentando avanzar con su hijo en brazos. "Primo, mete cuerpo. ¡Ay, lo que hay que hacer para ver a la Pilarica!", decían en otro grupo que discurría en sentido contrario.

Ambiente en las calles de Zaragoza tras la lluvia. E. E.

Los bailes del grupo de Colombia que protagonizaba a esas horas el recorrido hacían imposible no contagiarse del ritmo. Mientras, otros oferentes aprovechaban cada pequeño parón para comprobar que nadie se había mojado de más con los charcos del suelo y que sus ramos, con los colores de la bandera de España, seguían en perfecto estado de revista.

Aunque la Ofrenda está transcurriendo con agilidad, ha habido momentos en los que por la calle de Alfonso I no se ha visto ningún grupo en "metros y metros". "¿Pero dónde está todo el mundo?", se preguntaba uno de los presentes. "Ah, ahí vienen", decía al doblar la esquina del Coso y ver acercarse al grupo de San Martín del Río con un gigantesco centro floral, seguido de los vecinos de Novallas.

Oferentes por el paseo de la Independencia. E. E.

En Independencia, los grupos continúan saliendo escalonadamente. "¿Y tú, ya has pasado, amante? No, yo solo me visto y de paseo", conversaban dos amigas al lado de otra oferente que lucía orgullosa la banda de reina de las fiestas de su pueblo.

Superado ya sobradamente el ecuador, la previsión sigue siendo que la Ofrenda se prolongue hasta pasadas las 22.00. De hecho, el último grupo -los voluntarios de Zaragoza- podría pasar en torno a las 23.25.