Zaragoza

Las Fiestas del Pilar 2024 ya son historia. Zaragoza ha puesto fin este domingo a sus días grandes con 640 kilos de pólvora, un espectáculo de fuegos artificiales de 20 minutos de duración que ha tenido como epicentro el parque de Macanaz y que ha vuelto a abarrotar las inmediaciones del puente de Santiago.

Las prisas impuestas por el calendario han hecho que muchos no hayan tenido ni siquiera tiempo para cambiarse tras el Rosario de Cristal, lo que ha hecho que más de uno haya acudido a ver los fuegos en traje regional.

La primera parada obligada ha sido la plaza del Pilar, donde el 'Somos' de José Antonio Labordeta, esta vez a cargo de la banda de 'La Estrella Azul', ha supuesto el principio del fin de los Pilares desde el escenario de la fuente de Goya.

A las 22.00, con el tranvía ya cortado, era difícil conseguir buen sitio en el entorno del puente de Santiago. "No es que haya gente, es que ni siquiera se puede acercar una", lamentaba una de las allí presentes. A las 22.20, un primer cohete anunciador sorprendía a los asistentes. "¿Te has asustado?", preguntaba un joven a su pareja.

En las primeras filas, muchas personas con palos 'selfie' para no perder detalle y zaragozanos que se quejaban de que la gente "no sabe apreciar un espectáculo y solo sabe mirar el móvil". 

"Yo es que no sé ni dónde vamos", decía otra 'mañica' dejándose arrastrar por la multitud en busca de un buen sitio. Puntuales, los fuegos han comenzado a las 22.30. Los ha habido de todas formas y colores, grandes y pequeños; un espectáculo que han disfrutado, sobre todo, los cientos de niños que han exprimido su último día de vacaciones antes de volver al colegio.

Los hay que se tapaban los oídos ante semejante ruido, mientras que otros se dedicaban -con poco éxito- a contar cuántos se lanzaban. Entre uno y otro se ha escuchado algún 'Viva la Virgen del Pilar' que ha generado aplausos y una respuesta atronadora. 

Los "oh" y los "bravo" han sido constantes durante los 20 minutos que ha durado el fin de fiestas. "¡Mira el río!", decía un padre a su hija, en brazos, ante el bonito reflejo de los fuegos en el Ebro. A los que emulaban caras sonrientes se ha unido este año una suerte de 'surtidor' que ha creado un aplaudido y colorido efecto noria sobre el río. 

A las 22.50 ha sido el momento de volver a casa. Este lunes toca trabajar, ir al colegio o a la universidad y empezar a preparar las Fiestas del Pilar 2025. "Pues al final se me han hecho cortas", se oía resignados entre quienes pensaban ya en volver a la rutina.