Zaragoza

La demolición del estadio de La Romareda, en Zaragoza, avanza a destajo para que la ciudad tenga un nuevo campo con el que ser sede del Mundial de Fútbol que organizarán en 2030 España, Marruecos y Portugal. Las obras se han convertido en la sensación del verano en la capital aragonesa, pero nunca se habían visto como hasta ahora, a vista de dron.

Las instantáneas muestran lo poco que queda ya del Fondo Sur, la primera grada en ser derribada, dejando el aforo para la temporada 2024-2025 en 24.300 espectadores. Las máquinas empezaron desde el centro y, metro a metro, han ido avanzando hacia los laterales. La zona del marcador, reducida a escombros, forma ya parte del recuerdo, y las localidades inferiores serán demolidas en los próximos días.

Los hierros de la estructura de la cubierta, que tuvo que ser retirada con máximo cuidado por la presencia de amianto, se acumulan en las inmediaciones, convertidas en un ir y venir de maquinaria de la Unión Temporal de Empresas (UTE) OHLA-Deltapunt. La imagen, no obstante, pasará desapercibida durante las retransmisiones televisivas de LaLiga, ya que se colocará una gran lona que camuflará el intenso trabajo que se está haciendo para levantar la nueva Romareda.

Tampoco se ve ya nada de la antigua gerencia de Urbanismo, un histórico edificio que había quedado en desuso. Esta zona resulta especialmente delicada, ya que será necesario reasfaltarla contra el reloj para garantizar el paso de la afición a partir del próximo 8 de septiembre. En las imágenes aéreas se aprecia cómo las máquinas siguen trabajando para retirar los últimos escombros, una tarea nada fácil teniendo en cuenta que solo en este primer mes de obras se han retirado 2.200 toneladas (90 camiones).

El Cubo, el tercer elemento que pasará a la historia en estas primeras demoliciones, también espera su momento. Según adelantó este miércoles la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, se empezará por el interior "de abajo a arriba" y, una vez desmontado, se irá de arriba a abajo para acabar para siempre con el equipamiento, hasta ahora sede de la Cámara de Cuentas de Aragón.

El proyecto

El proyecto, presupuestado en 151 millones de euros, permitirá convertir la vieja Romareda en un estadio modelado por el cierzo con capacidad para más de 43.000 espectadores. El resto de demoliciones se licitarán a la vuelta del verano con vistas a que el nuevo campo esté listo a finales de 2027 o principios de 2028. Entre tanto, el Real Zaragoza jugará en un estadio portátil que se levantará en el Parking Norte de la Expo 2008.