El equipo masculino de Casademont Zaragoza comenzó los entrenamientos la semana pasada con la vista ya puesta en el comienzo de la competición doméstica el último fin de semana de septiembre. Con muchas caras nuevas en su plantilla, este viernes era el día de escuchar a uno de esos fichajes: Joaquín Rodríguez. El escolta uruguayo irradia ilusión y energía, a la vez que se muestra agradecido por esta oportunidad.
El nuevo jugador de Casademont Zaragoza lleva apenas dos semanas en la ciudad, y aunque no ha podido conocer mucho, ya ha comprobado su calor. También ha descubierto uno de los edificios emblemáticos, el Mercado Central, donde se ha llevado a cabo su presentación y donde ha podido hacer la compra.
En lo deportivo, Rodríguez firma con Casademont Zaragoza procedente del Real Betis de LEB Oro, por lo que se encuentra ante un gran salto en su carrera. Así pues, agradecía la oportunidad y mostraba sus ganas de aceptar el reto: "Es un sueño cumplido, es un desafío grandísimo, pero me he preparado para esto y quiero que salga lo mejor posible". De hecho, confía en que lo mejor esté por venir y poder crecer todavía más.
Esa ilusión se observaba también en las palabras del escolta al reflexionar acerca de jugar en Europa: "Hace poco estuve en mi casa en Uruguay y por ahí la gente lo sueña, pero cuando uno lo logra toma dimensión de lo que es para nosotros en Sudamérica llegar al baloncesto profesional, a esta altura, a un equipo como Zaragoza. Es un logro muy grande, lo valoro mucho y me da más ganas para seguir demostrando y dar lo mejor de mí".
Sin duda, se trata de un paso de gigante y compara la segunda categoría con la élite del baloncesto nacional: "Hay muchísima más calidad, se juega distinto, las ventajas son muy pocas y hay que tratar de aprovecharlas. Hay mejor tamaño de jugadores, mejor calidad". Además, el jugador solo ha vivido un año el baloncesto español, pero confiesa que le sirvió para adaptarse.
Joaquín tenía pretendientes en este mercado tras su buen rendimiento en el Betis (fue MVP de su liga), sin embargo, se decantó por unirse a los Guardianes de Zaragoza. "Me convenció mucho el proyecto, es muy interesante, es un club muy importante y con historia en la ACB", comenzaba justificando. Igualmente, destacaba la confianza que habían puesto en él para formar parte del equipo.
En esta línea, con la base de Yusta y Bell-Haynes está seguro de que se pueden lograr grandes cosas: "Veo al equipo bien, estamos adaptándonos y acomodándonos a lo que quiere Porfirio, al rol de cada uno. Veo a un equipo que puede llegar a lograr cosas, que tiene ganas y hambre".
Con Porfirio Fisac admite que se están conociendo, pero confiesa que le ha pedido intensidad y energía y un rol principal como 2 anotador y generador. No obstante, y aunque esté más cómodo en el puesto de escolta, explica que puede desempeñarse también como 1 y 3. "Defensivamente, en las tres posiciones me puedo adaptar bien", seguía analizando.
La ilusión
El escolta uruguayo insistía en el proyecto del club y habla de un desafío "interesante" y “muy lindo”. Por ello, pide que la afición crea, que ellos están trabajando para "dar lo mejor y lograr cosas importantes".
Por último, sobre la Marea Roja apuntaba que espera que les acompañe durante la temporada y que, tras lo que le han hablado de ella, está deseando conocerla.