Zaragoza
Publicada
Actualizada

“Es un claro ejemplo de desmantelamiento del fútbol femenino y envía un mensaje de desprotección y falta de compromiso”. Esta es una de las acusaciones que la plantilla de la S. D. Huesca femenina ha lanzado en un duro comunicado, “desde una profunda preocupación”, con el que quieren defender sus condiciones laborales y “la dignidad y el respeto que merecemos”.

En concreto, la plantilla critica que un 25% de los trabajadores afectados por el ERE pertenezcan al área de fútbol femenino. Entre ellos, el preparador físico; la directora general que hacía labores de director deportivo, secretario técnico y delegada de campo; y la segunda entrenadora, que también se encargaba de analista, utillera y responsable de metodología de la cantera.

Todo ello, aseguran, las lleva a una situación de “vulnerabilidad laboral y personal”, con el cambio a mitad de temporada de los perfiles de segunda entrenadora y preparador físico. “Pone en riesgo nuestra salud y la continuidad y calidad del trabajo técnico y físico realizado hasta ahora, afectando directamente al rendimiento del equipo y desmereciendo la profesionalización que exige la competición”, han apuntado.

Asimismo, acusan al club de una “discriminación sistemática” con unas medidas que evidencian “una preocupante desigualdad” en el trato hacia el fútbol femenino. “Es inaceptable que sigamos rompiendo barreras que ya deberían haber sido superadas en una sociedad comprometida con la igualdad”, han añadido.

Del mismo modo, las jugadoras señalan directamente al nuevo consejero delegado, Ricardo Mur, de “desmantelar” el fútbol femenino en sus primeros meses al frente del Huesca. “Esto va en contra de los valores de apoyo al deporte femenino promovidos hasta ahora, y las jugadoras sentimos que hemos sido engañadas y nuestra confianza traicionada”, han subrayado.

Por todo ello, las jugadoras hacen un llamamiento “urgente” a la directiva para conservar unas condiciones laborales “adecuadas”, con el personal especializado y los recursos “indispensables” al menos hasta final de temporada. “Solicitamos que se escuche nuestra voz y se tomen las medidas pertinentes para asegurar que situaciones como esta no se repitan. El fútbol femenino no puede seguir siendo una promesa incumplida. Somos profesionales y exigimos ser tratadas como tal”, han concluido.