Víctor Lapeña entrenando en Mersin.

Víctor Lapeña entrenando en Mersin.

Deportes

Víctor Lapeña, técnico aragonés: "Algún día me gustaría entrenar al Casademont Zaragoza, siempre es bonito volver a casa"

El aragonés se desvinculó hace dos semanas del Cukurova Mersin, equipo turco de Euroliga, y por ahora no piensa en volver a entrenar.

Más información: Felicidad europea en el Casademont Zaragoza: paso adelante de sus dos equipos para soñar a lo grande

Zaragoza
Publicada

Víctor Lapeña (Zaragoza, 49 años) lleva escrito en su carné de identidad la palabra baloncesto. Su extensa trayectoria en los banquillos es una buena muestra de su pasión por este deporte, aunque actualmente, tras abandonar el conjunto turco Cukurova Mersin, priorice la tranquilidad y compartir tiempo con su familia.

El zaragozano es uno de los entrenadores españoles con más experiencia y reputación en el ámbito del baloncesto femenino, representando a su tierra por el mundo o en los Juegos Olímpicos de París 2024. Eso sí, como seleccionador de Canadá.

En una entrevista para EL ESPAÑOL DE ARAGÓN, Lapeña se sincera sobre su salida de la selección, de Mersin, de sus planes de futuro o de su deseo de entrenar en Zaragoza.

P.- Hace dos semanas se conoció su marcha de Cukurova Mersin. ¿Cómo fue su experiencia en Turquía?

R.- Ha sido una experiencia agridulce. Después de estar dos años en Canadá, un país increíble, decidimos irnos allí. Estábamos muy felices, tenía ganas de volver a entrenar a un equipo de Euroliga, con la seducción de un proyecto largo en Mersin y otras cosas que iban a favorecer nuestra estancia como un colegio internacional. Al llegar fue un poco shock. No había colegio internacional 100% de habla inglesa, estos meses no han sido fáciles para mis hijos, ya que en el colegio se hablaba turco.

Por otra parte, muy contento, porque las cosas con el equipo iban muy bien. Estábamos imbatidos en la Euroliga, superando todas las expectativas, dejando de lado todos los problemas en forma de lesión. En la Liga turca algo peor, tiene muchos condicionantes con el límite de jugadoras extranjeras, que tienes que tener siempre jugadoras turcas en pista, etc. Estábamos terceras, no estábamos mal, pero el club igual no estaba tan contento como yo.

Lapeña entrenando en Mersin.

Lapeña entrenando en Mersin.

P.- ¿Qué puede contar de su salida del club?

R.- Es un club que en tres años ha tenido diez entrenadores, más el de ahora, once. Ahí se ve claramente que cuando las cosas se tuercen, el entrenador sale muy rápido. Yo ya lo sabía, pero me habían ofrecido tres años de contrato y pensaba que eso igual cambiaba.

Después de una derrota contra el Besiktas, tuve una conversación con el presidente, él estaba enfadado, yo estaba en desacuerdo, y hablando decidimos que separábamos nuestros caminos. Fue bien, de mutuo acuerdo, tengo buena relación con él.

P.- ¿Qué ocurrió en ese momento?

R.- Él no estaba de acuerdo con las cosas, yo le dije que todo es un proceso y que tiene que asumir que se va a perder, que para ganar títulos hay que pasar por una serie de procesos, y más en Turquía, donde el equipo está más limitado. Él no tenía esa paciencia.

Yo tampoco estaba dispuesto a estar siempre enfadado, me gusta trabajar tranquilo. Los resultados son importantes, pero ya estábamos primeros en Euroliga, clasificados para la Final Six de Zaragoza, terceros en Liga, habíamos perdido la Supercopa contra el Fenerbahçe, que nos triplica el presupuesto.

En definitiva, el desencuentro que tuve con el presidente unido a mi situación familiar, me impulsó a tomar la decisión. Así que ya en España, tranquilos, felices, y por una parte, bastante aliviados.

Lapeña en Mersin.

Lapeña en Mersin.

P.- ¿Qué plan tiene ahora? ¿Piensa en volver a entrenar?

R.- Ahora no le doy muchas vueltas, hemos llegado a España y de momento estoy organizando la vida aquí. A partir de ahí, no voy a coger cualquier proyecto, no tengo una necesidad imperiosa de entrenar, porque vengo de mucho tute. Si llega el proyecto adecuado, lo estudiaré. Tiene que ser algo que realmente crea que va a ser un reto para mí. Voy a ser muy paciente en todo, no estoy en el mercado, le dije a mi agente que no quería, pero que si alguien llamaba, pues que por supuesto le atenderíamos. Y 24 horas después, ya habíamos tenido contactos, pero en principio no tengo plan de coger nada, salvo que se ajuste muy bien.

Igual mañana cambio porque es lo que me gusta hacer y es a lo que me dedico. Cada día que no tengo baloncesto lo echo de menos.

Víctor Lapeña.

Víctor Lapeña.

P.- Repasando su papel como seleccionador de Canadá. ¿Qué pasó para acabar su relación después de haber renovado?

R.- Fue todo después de los Juegos Olímpicos. Habíamos renovado para hacer equipo únicamente para las competiciones oficiales, pero me llevé una pequeña decepción de cómo preparamos al equipo olímpico, sobre todo en cosas que se me escapaban de las manos. Jugadoras que están jugando la WNBA, que son cuatro, las tengo una semana antes de los JJOO, jugadoras que no están entrenando durante todo el año, se quiere que formen parte del equipo porque son veteranas...

Esto unido al grupo que nos tocó tan fuerte, con la medalla de plata y la de bronce, más luego con Nigeria, que fue la sensación, me hizo reflexionar de que no quería estar otra vez en una de estas, sin poder preparar al equipo en las mejores condiciones. Esto se puso encima de la mesa y la Federación Canadiense tenía otra idea y lo hablamos. Parecido a lo que ocurrió con Mersin, sin ser lo mismo. Siempre con la puerta abierta, porque estuvimos muy felices allí.

P.- Cambiando de tema, ¿sigue los partidos de Casademont Zaragoza?

R.- Sí, lo he seguido mucho en los últimos años, desde que Casademont cogió las riendas. No veo todos los partidos, pero este año sí estaba muy encima, porque es uno de los equipos de Euroliga. Estoy muy orgulloso de lo que están haciendo, está muy bien cómo han hecho las cosas en los últimos años, y lograr crear una afición con un gran arraigo.

Yo creo que la unión del baloncesto femenino y masculino en el mismo club, con el Casademont Zaragoza, ha sido clave para que la gente se identifique totalmente con el equipo.

P.- Es una de las ciudades en las que más se vive el baloncesto femenino, incluso de Europa. Ha vivido el ambiente en Mersin, ¿cómo era?

R.- Mersin es una media mentira. En Euroliga, con grandes partidos, hay un ambiente increíble, pero en la Liga turca el pabellón está casi vacío.

Es una media mentira porque es únicamente en momentos importantes. Yo creo que en Zaragoza no está pasando eso. Hay un sentimiento de verdad, el equipo se ha ganado el derecho de tener su propia afición.

Yo siempre he dicho que la gente busca un buen espectáculo, a veces eso a mí me pasa factura como entrenador, porque valoro mucho más el dar un buen baloncesto, que la victoria o derrota. La gente da su dinero y su tiempo, es una de las cosas en las que, como profesionales, tenemos que esforzarnos.

Lo que lo está haciendo Casademont Zaragoza no es solo mérito del entrenador o de las jugadoras, sino el presidente, la directiva, los que se encargan de los fichajes y todo el cuerpo del equipo.

P.- Habla muy bien del club, ¿le gustaría poder entrenar algún día a Casademont Zaragoza?

R.- Claro, me gustaría, ¿por qué no? Eso sería bonito, siempre volver a casa es muy bonito. Pero Carlos es muy buen entrenador y ojalá esté muchos años. Es el equipo de mi tierra y yo estoy muy feliz de ver que les va bien. Me encantaría entrenarlas en el futuro, por supuesto, nunca voy a decir que no a la posibilidad de volver a casa, pero creo que ahora mismo no es el momento. Ni ahora, ni el año que viene, mientras Carlos esté allí y haciendo el trabajo que está haciendo. Tenemos que estar muy orgullosos de tener ese entrenador.