Zaragoza

El Real Zaragoza disputa este domingo 1 de septiembre su tercer encuentro del curso, el primero en domingo y el primero con el mercado de fichajes cerrado, después de que anoche concluyera la ventana estival. Los aragoneses se miden al Mirandés con el deseo de conseguir su tercera victoria consecutiva y demostrar que aspira en serio a todo esta temporada.

Los blanquillos han ganado sus dos primeros encuentros, Cádiz y Cartagena, y suman 6 de 6 puntos. Sin embargo, estos partidos y triunfos fueron totalmente diferentes.

En el primer encuentro el Real Zaragoza dominó desde el comienzo, apenas pasó apuros, más allá de llegadas de los gaditanos en la segunda mitad con el 0-2 en el marcador. No obstante, los de Víctor Fernández aguantaron y sellaron el 0-4 definitivo con una buena actuación colectiva.

Sin embargo, el guion del duelo de este lunes en Cartagonova no tuvo nada que ver. El Real Zaragoza comenzó dormido, superado en energía e intención por su rival, que pronto encontraría la fortuna y anotaría el primer tanto del encuentro. En la segunda parte se pudo ver un equipo renovado, con ganas y dispuesto a darle la vuelta al resultado. Algo que ocurriría finalmente.

Más allá de las sensaciones, las victorias tuvieron protagonistas opuestos en cada partido, de forma que se demostró que el Real Zaragoza tiene recursos de sobra y que todos quieren aportar.

En el Nuevo Mirandilla se demostró el potencial de los nuevos fichajes, sin embargo, ante el Cartagena fueron los canteranos, los de casa, los que salvaron a los maños.

La mejor alianza

Tras el 0-4 de Cádiz se habló mucho del funcionamiento y la rápida adaptación de los recién llegados, ya que siete de los nueve fichajes que había en ese momento fueron titulares. Los goles, a excepción del último de Marcos Luna (canterano), fueron obra de incorporaciones veraniegas. Soberón se encargó de poner los dos primeros con un doble en la primera mitad y Aketxe sentenció con el 0-3 poco más tarde de salir al verde. Además, Calero y Keidi Bare se apuntaron una asistencia.

En Cartagonova el pasado lunes, el corazón y los goles lo pusieron otros, los de casa. El Real Zaragoza caía 0-1 cuando saltaron al campo Iván Azón, Pau Sans y posteriormente Francho. Sin duda, la entrada de estos al terreno de juego fue crucial, dándole un aire fresco al cuadro aragonés. Principalmente, la salida de Pau Sans revolucionó la contienda.

Azón también disfrutó de ocasiones claras, pero fue su compañero quien aprovechó su oportunidad para colocar la igualada en el electrónico de la localidad murciana. En este caso, sí fue un fichaje, Iván Calero, quien asistió.

Otro canterano, el bueno de Francho, que volvía a disputar un partido oficial tras su lesión, dio los tres puntos al Real Zaragoza con su gol en el último segundo. En la jugada participaron más chicos de la casa, con Liso iniciando en la banda izquierda y Luna dejándola para el 14 y sumando su segunda asistencia del curso.

Tanto Francho como Pau gritaron y celebraron los goles con rabia y euforia, señalándose el escudo, porque bien saben ellos lo que es el zaragocismo.

Así pues, con la idónea combinación y buena sintonía entre los fichajes y la gente de la cantera, el Real Zaragoza tendrá muchas más opciones de pelear por los objetivos más anhelados. Por no olvidar la figura clave de otro hombre de la casa, Víctor Fernández.