El Real Zaragoza se volvió de vacío de Gijón por un solitario gol de Guille Rosas. El equipo de Víctor Fernández completó una gran media hora de juego, pero el gol del Sporting en el 26 fue un duro palo del que no consiguió reponerse. La expulsión de Clemente puso el partido prácticamente imposible para los aragoneses, que trataron de buscar el empate sin fortuna.
Víctor no esperaba más para dar entrada en el 11 a Aketxe y Samed Bazdar, junto a Clemente en el lateral izquierdo por las molestias de Tasende en el tobillo. Con medio millar de aficionados zaragocistas y una gran entrada de sportinguistas en la grada, el partido se avecinaba vibrante y de alta tensión. Los dos equipos tuvieron acercamientos desde el córner que no generaron excesivo peligro a las defensas.
El Real Zaragoza quería mandar y dominar en campo rival y tuvo las primeras ocasiones ante la portería de Yáñez. Alberto Marí pudo marcar con un disparo que buscó la escuadra y un remate de cabeza, pero ambos salieron cerca del palo. Respondió Gelabert con un disparo desde el pico del área que se marchó desviado.
Mandaba el Real Zaragoza, con una notable presión alta, juego vertical y mordiente arriba. Y cuando atacaba el Sporting, también tenía capacidad para salir rápido. Francho Serrano se subió en el Red Bull de Verstappen para iniciar una carrera de 80 metros desde su área hasta retar a Yáñez, pero un leve toque del defensa Curbelo y la rodilla del portero rojiblanco impidieron un gol de época.
Pero fue el Sporting el que golpeó primero a la media hora. Ni Clemente ni Vital consiguieron cortar, con todo a favor, un balón en largo ya ganado para el Zaragoza. Se la llevó Guille Rosas, que recortó al central portugués y batió a Poussin por abajo.
Este gol desdibujó por completo a los de Víctor Fernández, que estuvieron 15 minutos contra las cuerdas. Poussin evitó en varias ocasiones que el Zaragoza siguiera con vida para la segunda parte a varios disparos de Dubasin, Queipo y Gelabert.
Segunda parte
Tras el paso por vestuarios, Víctor Fernández renovó al completo la punta del ataque con la entrada de Soberón e Iván Azón por Bazdar y Alberto Marí. Pero todo se iba a torcer aún más. Un grave error de Clemente en la cesión atrás a Poussin le obliga a derribar a Dubasin, viendo una clara tarjeta roja sin discusión.
Con un jugador más, el Sporting se hizo dueño del centro del campo y del balón y empezó a rondar, incluso gustándose, el área de Poussin. El Zaragoza trató de quitarse de encima el dominio con dos saques de esquina que no hicieron cosquillas a la defensa.
Llegó el último cuarto de hora con una sensación extraña en El Molinón, con un Sporting que parecía temeroso a arriesgarse y buscar el 2-0. Ello fue dando vida al Zaragoza, que, sin ocasiones, empezó a colgar balones y acercarse al área rival. Pero las fuerzas y el ánimo se fueron acabando sin acercarse el empate, más todavía tras la segunda expulsión, cuanto menos discutible, de Lluís López.