El 10 de mayo de 1995 en el Parque de los Príncipes de París cambió la historia del Real Zaragoza. El equipo dirigido por Víctor Fernández venció al Arsenal 1-2 y conquistó la Recopa de Europa, escribiendo su nombre entre los mejores del continente. Un día en el que muchos sueños se cumplieron y que será recordado para siempre por todos los aficionados.
De quien también cambió la vida fue de Mohamed Ali Amar, conocido como Nayim. El entonces jugador del Real Zaragoza fue el autor del gol de la victoria, casi desde el medio campo. Aquello le convirtió, todavía más, en un ídolo para Zaragoza y Aragón.
Su trayectoria en el fútbol fue más extensa, jugando en el Barça, en el Tottenham o finalmente en el Logroñés. No obstante, sus años más gloriosos fueron en la ciudad del Ebro, de donde guarda unos recuerdos maravillosos. Todo ello lo ha recordado en una entrevista para EL ESPAÑOL DE ARAGÓN.
P.- Hace años que dejó de jugar al fútbol profesionalmente, ¿cómo es su vida ahora? ¿En qué invierte su tiempo?
R.- Ahora estoy colaborando con el equipo de mi tierra, de Ceuta. Me encargo del fútbol base, es otra experiencia más con los niños. Busco talento local para el primer equipo o para cualquier otro equipo que pueda surgir en la península.
P.- ¿Y sigue mucho la actualidad del fútbol español?
R.- Sí, sin duda. Sigo la Primera y la Segunda, sobre todo por el Real Zaragoza.
P.- ¿Y cómo ve al equipo de Víctor Fernández? ¿Cree que podría ser el año del ascenso?
R.- Tiene muy buena pinta esta temporada. Por lo menos no vamos a sufrir como en todas las anteriores, porque han fichado a muy buenos jugadores para la categoría y está funcionando bastante bien. Falta ajustar un poco la defensa, pero me gusta.
P.- ¿Cómo resumiría su carrera?
R.- No me puedo quejar. He estado en grandes clubes, he disfrutado en los sitios en los que he estado, y la verdad es que he tenido una carrera, diría yo, buena. Entonces, aparte de las lesiones, que es lo más duro que he pasado, he disfrutado haciendo mi trabajo muchísimo.
P.- Fue pionero en marcharse a la Premier League. ¿Fue una decisión complicada?
R.- Sí, era difícil. Yo estaba en el Barça, no se contaba conmigo y estaba esperando a ver si podía ir a otro equipo. Al final surgió que el entrenador que tenía en el Barça era el del Tottenham y me llamó para ir. Fue una experiencia espectacular. Cómo se vive el fútbol allí es diferente al resto de Europa. Los campos llenos, los aficionados viajan muchísimo, en ese sentido, es un ejemplo.
P.- Dice que no se puede quejar de su carrera, pero ¿hay algo que le hubiera gustado lograr que no hiciera?
R.- Obviamente, hay muchas cosas que se pueden lograr en el fútbol. Primero, ser internacional absoluto, tampoco he ganado ninguna Liga. En el Barça sí que gané una, pero yo no jugaba mucho y no la sientes tanto. Me gustaría haber ganado más títulos, aunque no me puedo quejar, porque he tenido la suerte de que en los equipos en los que he estado he ganado títulos.
P.- En Zaragoza vivió sus mejores años, ¿cuál es su recuerdo de su etapa aquí?
R.- Tengo recuerdos maravillosos, buenísimos. Desde el primer día que llegué me acogieron increíblemente bien. Cuando estás a gusto en un sitio y te tratan de la manera que me han tratado a mí siempre en Zaragoza y en el club, lo disfrutas muchísimo.
Encontré a unos compañeros extraordinarios con los cuales sigo en contacto casi a diario. Se hizo un grupo maravilloso y, sobre todo, jugaba muy bien al fútbol. Yo disfrutaba jugando en ese equipo.
Ir a La Romareda para mí era una fiesta porque cada vez que pisaba ese campo con ese ambiente, con ese bufandeo y con esa afición, nos llevaba en volandas. Había grandes jugadores, técnicamente era un equipo bastante bueno y lo disfruté muchísimo.
P.- Todo el mundo recuerda su gol en la final de la Recopa que le dio el título al Real Zaragoza. ¿Qué se le pasó por la cabeza en ese momento?
R.- Cuando juegas un partido de fútbol vas fluyendo, van pasando cosas y las vas solucionando. Surgió esa jugada en el último segundo y no lo pensé. Me quedé el balón en perfectas condiciones para pegarle porque vi el portero adelantado. Lo intenté sabiendo que salen muy pocas veces. Y la suerte es que a mí me salió bien en el partido más importante de mi vida, en una final europea. Siempre se lo he agradecido a ese grupo, que me dio la oportunidad de llegar a esa situación. No solo en la final, sino en la semifinal contra el Chelsea, contra el Feyenoord. Son partidos que no se olvidan.
P.- ¿Pensó que iba a entrar mientras estaba el balón en el aire?
R.- No, no. Cuando estaba en el aire y vi al portero en dificultades, dije "a ver si se equivoca un poco, es la única opción". Yo le pegué bien, pero desde tan lejos..., el portero tardó un poco en reaccionar y le sorprendió la jugada. Solo lo creí cuando vi el balón en la red.
P.- ¿Habrá visto muchas veces repetida la acción?
R.- Muchísimas veces, la verdad. Ya no por mí, sino por la gente que te lo recuerda, te lo enseña y te cuenta anécdotas del gol. Lo he visto bastantes veces, sí. La gente me lo sigue mandando y me recuerdan ese momento que hizo feliz a tanta gente.
P.- Cada 10 de mayo en Zaragoza se recuerda y se celebra "San Nayim", la afición se sigue acordando de usted. ¿Recibe ese cariño?
R.- Sin duda alguna, cariño recibí desde el primer día. Después del gol, aún más. Ese día, el 10 de mayo, será recordado para siempre por el zaragocismo. Yo no quiero que se recuerde solo por el gol, sino por ese equipo tan maravilloso. La gente que vivió esa época, me imagino que disfrutó muchísimo como nosotros. Yo tuve la suerte de marcar el gol, pero siempre he agradecido a ese grupo fantástico que me hizo disfrutar tanto del fútbol y me dio esa oportunidad.
El cariño de la gente es increíble. Es increíble que en una acción se haga feliz a tanta gente. El fútbol es eso.
P.- ¿Qué significa o qué significó para usted el Real Zaragoza?
Muchísimo. Primero, porque en la ciudad nació mi primer hijo. El Real Zaragoza en sí, por el trato que me ha dado desde el primer día hasta el último. Para mí el Real Zaragoza es un club, un equipo, una afición que llevaré en mi corazón para siempre, por todo lo que ha significado en mi vida.
Después de ganar el título de la Recopa y siendo yo el protagonista del gol, cambió mi vida. Normalmente, no llegaba a finales europeas. Llegamos a una merecidamente porque fuimos superiores a los equipos y en la final, antes de mi acción, teníamos que haber ganado el partido. El Real Zaragoza para mí es un sentimiento.
Cada vez que juega me pongo nervioso. Quiero que gane siempre, quiero que vuelva a la Primera División, quiero verlo otra vez pelear con los mejores de la categoría. En ese sentido, soy un zaragocista más. Hemos sufrido demasiado, pero ahora toca disfrutar con los nuevos propietarios, que parece que la cosa va a ir mejorando poco a poco, con Víctor aún más. Hay que tener paciencia también, no hay que volverse locos como dice Víctor. Hay que ir pasito a pasito, haciendo un equipo sólido. Esta temporada estoy ilusionado.
P.- Por último, ¿qué le parece la campaña que se ha iniciado para poner su nombre al campo del Ceuta?
R.- La iniciativa es bonita porque a uno le tienen cariño en su ciudad. Un amigo ha tenido esta idea, pero sé que es muy difícil, el campo lleva muchísimos años con ese nombre y no es fácil cambiarlo. Pero ya con la iniciativa a mí me vale. Tampoco es una cosa que me quite el sueño, ya se hizo anteriormente y no salió.
Desde este domingo, Nayim se incorpora a la plantilla de colaboradores de EL ESPAÑOL DE ARAGÓN con una columna de opinión semanal en la que analizará los partidos del Real Zaragoza.