El mundo, también el deporte, sigue pendiente de las consecuencias de la DANA en España. No se habla de otra cosa ni de otro tema y por eso, el fútbol, entre otras cosas, ha pasado a segundo plano. Aun así, la competición no para y este fin de semana LaLiga Hypermotion trae el duelo entre los dos representantes aragoneses, la S.D. Huesca y el Real Zaragoza, aunque con menos expectación que en cursos anteriores.
En los últimos años, con los dos principales equipos aragoneses en la misma categoría y los correspondientes enfrentamientos, la rivalidad ha aumentado entre ambas aficiones. Esto es algo que viven de primera mano esos zaragocistas procedentes de Huesca.
Porque el Real Zaragoza tiene seguidores por cada rincón del mundo, y en Aragón, fuera de Zaragoza, no iba a ser menos. Por eso, no sorprende encontrar camisetas o símbolos del equipo del león en toda la geografía turolense, zaragozana u oscense.
En este sentido, zaragocistas como Juan, de Almudévar, o Andrés, de Barbastro, son dos casos que representan la realidad de muchos otros seguidores blanquillos.
El primero de ellos, Juan Barrero, es de Almudévar de toda la vida, aunque ahora vive en Zaragoza. Su pasión por el club maño le viene de su padre y de sus tíos, que sentían el zaragocismo también a pesar de estar lejos de la ciudad del Ebro.
No obstante, no está solo, ya que en su pueblo hay una peña zaragocista que tiene ya más de 100 socios y espera seguir aumentando. Se fundó hace 10 años y desde el principio formó parte de ella, aunque ya desde antes acudía siempre a ver los partidos del Real Zaragoza a La Romareda.
De hecho, este miércoles día 6 celebraron en la Peña Zaragocista de Almudévar su décimo aniversario, coincidiendo con la misma semana del derbi aragonés. Tal y como contaba Juan, se trató de un acto muy sencillo, en el que se homenajeó al socio más mayor de la peña y que contó con la presencia de la Federación de Peñas del Real Zaragoza y Pau Sans como miembro de la plantilla.
Una rivalidad mayor
En cuanto a ser del Real Zaragoza en Huesca, confiesa que a veces era más complicado, sobre todo cuando iba al instituto en la capital oscense y llevaba la camiseta de su equipo después de una derrota.
Principalmente, en los últimos años ha notado ese cambio, cuando el Huesca empezaba a crecer y muchos se comparaban con los zaragozanos. "Estos años la gente se sube al carro, pero realmente los que han sido siempre del Huesca saben la diferencia que hay con el Real Zaragoza y que este es el equipo de Aragón", defiende.
Pese a todo ese contexto, reconoce que las semanas previas al derbi (o duelo) aragonés son semanas que se viven con tensión y con ganas. Y lo peor, el pique con sus amigos: "Muchos que son del Huesca te intentan picar, te mandan mensajes, sobre todo si ganan después del partido…".
Por su parte, Andrés Masgrau, de Barbastro, originó su zaragocismo un poco sin saberlo. "Es raro", describe él mismo, pues ni su padre ni su abuelo eran seguidores. "El Zaragoza caía bien en mi casa porque ha sido el equipo referencia en Aragón, pero mi padre no era muy futbolero", cuenta. "Creo que me viene porque cuando ganó el Real Zaragoza la Recopa mi tío me regaló una camiseta, pero no me lo inculcaron", termina de explicar.
Así pues, su pasión fue a más con los años y confiesa que fue él quien le hizo a su padre más hincha e iba con él a ver algún partido a La Romareda.
Hay que tener en cuenta que para Andrés y otros jóvenes de fuera de Zaragoza suponía un reto ir al estadio si no tenían un adulto para llevarles. Entonces, viajaba de vez en cuando con la Peña Zaragocista de Barbastro, cuando ponían autobuses tres o cuatro veces por temporada. Eso cambió cuando se fue a estudiar a Zaragoza y se pudo abonar.
Mucho zaragocismo en la provincia
Andrés diferencia los puntos de la provincia con la capital en cuanto a la expansión del zaragocismo. En su pueblo, considera que hay mucho: "Veo mucha gente con camisetas o coches con pegatinas. Para llevar tantos años en Segunda y que haya coincidido con los mejores años del Huesca, es algo que me sorprende y me alegra. La llama del Zaragoza sigue viva".
Sin embargo, reconoce que con el crecimiento de la S.D. Huesca mucha gente se ha animado a seguir a los azulgranas o hacerse socia. Esto le ha llevado a tener algún pique con amigos, pero todo “muy sano”.
"En Huesca capital quizás es diferente, aunque he ido a El Alcoraz cuando jugaba el Zaragoza y ninguna me han dicho nada. En Barbastro yo voy con la camiseta del Real Zaragoza bien tranquilo, en la provincia hay mucho zaragocismo, solo hay que ver los desplazamientos del Zaragoza con todas las banderas, y no hay tanta fiebre por el Huesca", reflexiona el oscense.
Además, a su parecer, en Barbastro "hay más gente del Real Zaragoza que del Huesca", termina.
Como ellos, muchos otros, también en Huesca. Con ellos se demuestra la grandeza del zaragocismo, pero también de la bonita convivencia entre ambas aficiones.