La niebla ha estado presente durante todo el partido entre el Real Zaragoza y el Albacete en La Romareda

La niebla ha estado presente durante todo el partido entre el Real Zaragoza y el Albacete en La Romareda LaLiga

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El Real Zaragoza se apaga bajo la niebla: otra derrota en La Romareda de un equipo sin ideas ni soluciones

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Nuevo tropiezo en casa de un Real Zaragoza que cada semana se aleja más de sus objetivos y del camino que debería llevarle a la zona alta. Después de una primera parte de cierta mejoría con balón, la lesión de Bazdar dejó al equipo sin ideas, juego ni soluciones frente a un Albacete que llegó a La Romareda como el equipo más goleado y se marchó con los tres puntos. Los tres empates consecutivos se convierten en cuatro jornadas sin ganar que dejan a los de Víctor Fernández en zona de nadie en la tabla.

Tras varias semanas sufriendo en el centro del campo, Víctor Fernández decidió darle una vuelta a su idea y repoblar la media, añadiendo a Toni Moya a la dupla Keidi Bare y Francho, con Aketxe de enganche con Bazdar e Iván Azón. Bajo una densísima niebla que incluso podía dificultar la visibilidad en algunos puntos, el Albacete apretó en los primeros minutos con un saque de esquina y una falta lejana que no tuvieron peligro para la defensa maña.

Le costó al Real Zaragoza acostumbrarse al nuevo sistema, un rombo en el medio con Toni Moya en la base y Francho y Bare como escuderos, que obliga a los laterales a multiplicarse en banda. Los primeros intentos llegaron con dos centros de Luna desde la derecha, uno que despejó la defensa y otro que remató Bazdar con la pierna mala, hasta el punto de que mandó el balón a la grada del desaparecido Gol Sur.

Con el paso de los minutos, el Zaragoza empezaba a carburar cuando movía el balón en el medio, incluso con alguna jugada de mérito al primer toque, pero no acabó con la gran debilidad en defensa. Avisó el Albacete con dos remates al palo de Higinio en apenas cinco minutos, uno con la cabeza en un centro lateral y otro con un balón suelto en el punto de penalti. Respondió Aketxe con un latigazo desde la frontal que detuvieron entre el palo y Lizoain, que también estuvo ágil para evitar que el rebote le cayera a Bazdar.

Pasado el susto de los dos disparos al palo del Albacete, el Zaragoza creció con balón al tiempo que Bazdar y Aketxe empezaban a combinar y a juntarse en torno a la mediapunta, pero le faltaba tener más remate a la portería. Tuvo el equipo dos saques de esquina consecutivos que no generaron peligro más allá de una volea lejana de Tasende que no cogió portería. Ahí llegó otro ‘palo’, este en forma de lesión de Bazdar, que le pegó un tirón muscular en plena carrera. Liso ocupó su lugar.

Segunda parte

Con la lesión de Bazdar y la entrada de Liso, Víctor cambió el sistema para abrir a las bandas a Aketxe y Liso, pasando a un 4-3-3 con más presencia en los costados. Ambos construyeron una buena ocasión en los primeros minutos, con un centro del canterano que remató el vasco en el punto de penalti, pero fue taponado por la defensa del Albacete.

No terminó de arrancar el Zaragoza en la segunda parte, volviendo a su juego lento, previsible e ineficaz de los últimos dos meses, lejos de las combinaciones que creó en la primera parte. Tampoco Iván Azón logró imponerse a la defensa manchega, siendo superado en muchos duelos por un Jon García que desbarató gran parte de los ataques de los de Víctor Fernández. El Albacete, mientras, empezaba a rondar el área de Poussin.

El partido entró en una fase fría, con un Zaragoza con dudas en cómo atacar y un Albacete cómodo defendiendo. Víctor apostó por Adu Ares para tratar de darle verticalidad y peligro a un equipo que se estaba apagando que requería de una marcha más para llevarse los 3 puntos. Los manchegos olieron las dudas y a punto estuvieron de aprovecharse, con otro remate al palo de Quiles, el tercero del Albacete.

Y, al final, paso lo que tenía que pasar. Un penalti tan absurdo como involuntario de Tasende, por un golpe con el brazo sobre Quiles, lo convirtió el delantero manchego para terminar de congelar La Romareda.

No tuvo reacción el Zaragoza, que apenas ofreció soluciones ni en el campo ni en el banquillo al bloqueo total en el que se sumergió tras el gol del Albacete. Víctor quemó las naves con un Alberto Marí que, de nuevo, no aportó lo que se necesitaba. El equipo se volcó por banda derecha, intentando aprovechar las llegadas de Luna, que no encontró ningún remate ante una defensa manchega que tampoco se sintió agobiada en el tramo final.

Aketxe y Adu Ares lo intentaron desde lejos en el descuento, haciendo la guerra por su cuenta y con más corazón que cabeza. No hubo fortuna y el Albacete se alzó con una victoria que confirma las malas sensaciones del Real Zaragoza en el último mes, que le ha llevado del playoff a una zona media de la tabla.