Zaragoza

“CEOE está demorando injustificadamente las negociaciones de la reducción de la jornada laboral”. Con estas palabras, los líderes nacionales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han acusado a la patronal de “bloquear” todos los intentos de acuerdo para alcanzar las 37,5 horas de trabajo a la semana. Por ello, van a convocar movilizaciones en todo el país frente a las sedes de CEOE para exigirles un cambio de actitud.

Ambos han estado en Zaragoza en una asamblea informativa con delegados sindicales de ambas formaciones. El objetivo del encuentro era preparar las manifestaciones del próximo jueves 26 de septiembre, que pretenden que sean el “pistoletazo de salida” a los movimientos para presionar a Gobierno y patronal a que favorezcan el acuerdo.

De hecho, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha hecho un llamamiento al Gobierno central a que “se atreva” a presentar la reducción de jornada como Proyecto de Ley, independientemente de que haya acuerdo con los empresarios. “Es el momento. No es de recibo que la CEOE se ampare en que se tiene que canalizar en los convenios colectivos. Estamos hablando de modificar la ley. Esta treta es un intento de bloquear la mesa de negociación”, ha expuesto.

En este sentido, los sindicatos plantean inician reuniones con los grupos políticos en el Congreso para mostrarles la necesidad social de reducir la jornada. “Hay que politizar la jornada laboral y se tiene que mojar todo el mundo. Les vamos a requerir opinión. El 26 de septiembre es un pistoletazo de salida que tendrá continuidad a posteriori”, ha añadido Sordo.

La posición de Junts

Mientras, el líder de UGT, Pepe Álvarez, incluso ha dado por “francamente estancada, si no agotada” la posibilidad de un acuerdo con CEOE, sobre todo, después de los acercamientos de la patronal con Junts para votar en contra en el Congreso. “Vamos a cambiar el paso y decirle a las formaciones que esto es una respuesta que dar a los ciudadanos. No hay ninguna razón objetiva para reducir el tiempo de trabajo”, ha afirmado.

Porque, para Álvarez, la reducción de jornada posibilitará que los ciudadanos puedan “vivir mejor”, cuando no se ha tocado el número de horas en 40 años. “La diferencia que hay para producir cualquier objeto o servicio en 1984 y hoy es abismal. En la industria solo hace falta ver cuánto costaba producir un coche. La jornada laboral del comercio o la hostelería no se ha tocado. No hay ningún argumento para ir a esta reducción”, ha sostenido.

No en vano, desde los sindicatos no se creen los argumentos aportados por los empresarios, que abogan porque sean los convenios colectivos quienes marquen la jornada laboral. “Un aragonés dirige la hostelería y un día en Madrid dijo que en su sector la media jornada es 12 horas. Con esa mentalidad parece difícil avanzar. En Aragón, como en el resto de España, hay condiciones para hacerlo”, mantiene Álvarez.

CEOE duda que se mantenga la productividad

Por su parte, desde CEOE Aragón comparten la visión de la patronal a nivel nacional, al considerar que “no se puede exigir lo mismo a todos los sectores” y tamaños de empresas, como ha defendido el presidente de la Comisión de Coyuntura Económica, Félix Longás. “Veo difícil que se mantenga la productividad reduciendo un 10% el horario laboral. Nuestros equipos dan siempre el máximo. ¿cómo será posible mantener la productividad?”, ha cuestionado.