Hubo una época, no demasiado lejana, donde los libros de fotos de las vacaciones se limitaban a las 24 o 36 del carrete, y tenías que fiarte de que nadie saliera con los ojos cerrados. Todo cambió con la gran revolución digital que supuso la llegada de los teléfonos móviles, y la incorporación de una cámara, con gigas y gigas de espacio en la memoria. Fue un reto no solo para las empresas tecnológicas, ya que las compañías dedicadas a la imagen también tuvieron que rediseñarse para vivir.
Es el caso de Foticos, empresa aragonesa nacida en 1984 y donde, a buen seguro, cualquier zaragozano habrá llevado a revelar decenas de fotografías en los 90. Pero todo cambió a comienzos de los 2000, cuando tomaron la gran decisión de cambiar el rumbo, cerrar las franquicias y afrontar una gran inversión en productos personalizados, a través de la marca Wanapix.
De hecho, su CEO, Jesús Fernández, recuerda cómo la foto química -la correcta definición de la analógica- “cayó en picado”, provocando el cierre de buena parte del sector. “Fue trascendental y milagroso que en 2005 decidiéramos irnos. Todos los esfuerzos de la empresa fueron para aguantar en un negocio nuevo. Nadie que se dedicara a los carretes existe ya en España”, ha apuntado.
Ahora, Foticos se encuentra “mejor que nunca” y ocupa un puesto entre las 500 pymes que más crece en el país. En octubre van a culminar la ampliación de sus instalaciones en la fábrica de la carretera de Valencia, sumando 2.500 metros cuadrados. “Ha sido un cambio brutal. No nos hemos dado ni cuenta”, resume el CEO de la empresa.
Este crecimiento se fundamenta, sobre todo, en la exportación. El 70% de sus ingresos ya proceden de fuera de las fronteras españolas, desde Dinamarca a Italia. “Hasta que no tienes un modelo contrastado en España, es cuando debes tomar la decisión de vender en el extranjero. Hemos ido creciendo poco a poco, empezando por Francia y Alemania, y ya estamos en 17 países”, ha subrayado.
Rapidez e inmediatez
En este sentido, prácticamente todos los esfuerzos se concentran en su capacidad para ser aún más inmediatos. Actualmente, casi un tercio de su amplio catálogo se puede entregar al día siguiente en cualquier país de Europa, siempre que el pedido se realice antes de las 15.00. “La gente compra en Holanda 27 trofeos personalizados y los recibe mañana. Queremos ser los más rápidos”, ha señalado.
No en vano, desde Foticos consideran que es lo que puede diferenciales de la gran competencia del mercado chino, al que acusan de jugar con otras normas. “Ofrecen productos similares en una semana y más baratos que nosotros, sin ningún control gubernamental. Nosotros debemos cumplir un montón de legislación europea. ¿Cómo podemos luchar contra eso? Entregando más rápido”, ha remarcado Fernández.
Productos nuevos cada dos semanas
Mientras, Foticos ya tiene todo listo para la campaña de Navidad y empieza a prepararse para la de San Valentín. Durante estas semanas están buscando hasta 80 trabajadores, mientras terminan de diseñar los nuevos productos con los que sorprender.
Porque, además de mejorar la velocidad de entrega, otra de las grandes prioridades de Foticos es seguir presentando nuevos productos. Cada semana lanzan 2 productos nuevos, entre ellos gorros de quirófano, copas de vino, globos para fiestas o balones de fútbol. “El 30% de lo que vamos a vender estas Navidades no existía el año pasado. Es uno de los motivos del éxito de esta empresa”, ha resaltado Fernández.
Con ello, el objetivo de Foticos a largo plazo es seguir consolidándose, una vez pongan en funcionamiento sus nuevas instalaciones. “Esto es trepidante. Hoy en día, no puedes seguir vendiendo lo mismo que años atrás. Hay que seguir reinventándose”, ha añadido.