La plantilla de Becton Dickinson ha aceptado la oferta que la empresa ha trasladado en la reunión prevista para este martes. Los 33 trabajadores que formaban parte de la compañía recibirán una indemnización de 33 días por año y una compensación fija de 15.000 euros, además de la recolocación de ocho personas dentro del grupo. Más del 80% lo han ratificado en una asamblea esta misma tarde.
El acuerdo se cierra después de que la plantilla se concentrara por la mañana en el centro de Zaragoza para exigir una salida justa para los trabajadores. Entre ellos había familias que abandonaron un puesto de trabajo de alta cualificación y con posibilidad de progresión y que ahora ven como la multinacional les deja en la calle “sin la oportunidad ni de arrancar” el proyecto.
Así, el pacto al que han llegado empresa y sindicatos establece indemnizaciones de 33 días por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades y una compensación lineal de 15.000 euros para todas las personas afectadas.
Además, ocho empleados de la fábrica de la capital aragonesa han recibido la oferta de nuevos puestos dentro de la compañía, con la posibilidad de adherirse a las condiciones del ERE, si no logran adaptarse a los nuevos roles antes de marzo de 2025. Para el resto, la empresa ha contratado los servicios de una firma especializada en recolocación para facilitar la transición laboral, ofreciéndoles seis meses de asistencia.
El preacuerdo también contempla la extinción de contratos en dos fases: 16 personas serán desvinculadas el 31 de octubre, mientras que los 8 restantes lo harán el 31 de marzo de 2025. Estas últimas podrán acogerse a las condiciones del ERE si encuentran nuevos empleos, con un preaviso mínimo de 30 días.
Tras el acuerdo, desde CCOO han valorado positivamente las condiciones, si bien su deseo era que se hubieran mantenido los 600 empleos que se prometieron hace dos años. “Lo veíamos como un proyecto bueno para la industria, pero tiene que ser la plantilla quien valore si la indemnización es suficiente”, han señalado.