Raúl Gascón
Zaragoza
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Las terminales ferroviarias para el transporte de mercancías se encuentran al borde del “colapso” por las obras en varios puntos de la red. Varias actuaciones en las proximidades de los puertos de Barcelona y Tarragona y en el eje cantábrico-mediterráneo están provocando “pérdidas importantes” en los operadores, que ven como Renfe apenas alcanza a cumplir con un 15% de sus compromisos en Aragón por los bloqueos en estas zonas.

Así se está evidenciando en las últimas semanas en la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ), que está sufriendo una caída en su actividad del 70%. El motivo radica en las obras en el túnel de Roda de Berà (Tarragona), que comenzaron el 1 de octubre y se prolongarán hasta marzo. “En la primera quincena de septiembre hemos operado 30 trenes, mientras que en condiciones normales, hubiéramos tenido entre 120 y 130”, ha señalado su gerente, Ramón Adé.

De hecho, hay sectores concretos, con una gran repercusión económica, amenazados por este bloqueo ferroviario, que incluso podrían verse obligados a detener su producción, como son la alfalfa o el porcino. “O se da más capacidad, o se tendrán que parar las producciones. No hay alternativa para trasvasarlos del tren a la carretera”, ha remarcado Adé.

Por ello, estas terminales están empezando a acumular contenedores llenos de alfalfa, cereal o porcino, a la espera de unos trenes que no llegan. Se suma, además, el riesgo de que los operadores elijan otras rutas y las plataformas pierdan clientes a largo plazo.

Obras “necesarias”, pero sin coordinación

Ante esta situación, el Gobierno de Aragón ha enviado un escrito a los presidentes de Renfe y Adif para exponerles esta “gravísima” crisis y solicitar “su urgente intervención”. Desde el Ejecutivo no dudan de la necesidad de acometer estas obras, pero creen que se ha actuado “con unos alarmantes niveles de improvisación” y sin alternativas para evitar daños irreparables al sector ferroviario.

Por ello, desde el Departamento de Transportes garantizan que harán “cuanto esté en la mano” para que esta situación se revierta “lo antes posible”. “Las cosas hay que hacerlas, pero, si no se tiene una planificación certera en infraestructuras ferroviarias, se producen desajustes con unas pérdidas importantes para los operadores”, ha advertido el consejero de Transporte, Octavio López.

A su juicio, se está actuando “de manera descoordinada, tarde y mal”, lo que está generando problemas a corto y largo plazo. “No es sólo el daño emergente de manera directa, sino que, cuando algunas cuestiones dejan de prestarse, volver a conseguir clientes es mucho más complicado. Se pueden tardar años en recuperar los clientes en un sector tan importante”, ha apuntado.

Y estos problemas pueden multiplicarse en próximos meses, cuando las obras de la autopista Algeciras-Madrid-Zaragoza obliguen a cortar la vía entre la capital aragonesa y madrileña. “La alternativa que da Adif es hacer la conexión a través de Medina del Campo y Miranda de Ebro por Logroño. Imaginen el recorrido por media España para llegar de Zaragoza a Madrid”, ha señalado el director general de Transportes, Miguel Ángel Anía.

“La herencia de Sánchez”

Por estos motivos, desde el Ayuntamiento de Zaragoza apuntan directamente al Gobierno de Pedro Sánchez y al ministro Óscar Puente, a quienes exigen que adecúen los esfuerzos de Renfe para cumplir los compromisos. “Lo que sufren los operadores es que están en el 15% de las operaciones comprometidas. Si pasa el 15% de los trenes, ¿por qué no el resto?”, ha asegurado el consejero de Presidencia, Ángel Lorén.