Las estaciones de esquí aragonesas van a ver reforzada en los próximos cuatro años sus cañones de nieve y sistemas de innivación. Durante los próximos cuatro años, van a recibir una inversión de 78 millones de euros para modernizar estas infraestructuras y renovar la maquinaria, de forma que se pueda garantizar una nieve de mayor calidad durante más meses, lo que favorecería el turismo y la economía de la zona.
De estos 78 millones, 48 provendrán de fondos del Gobierno de Aragón y se destinarán a los centros de la provincia de Huesca, mientras que las propias estaciones oscenses aportarán otros 16 millones. Los 13 restantes irán a Javalambre y Valdelinares, en Teruel, y se sufragará con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), que cofinancian a partes iguales los ejecutivos central y autonómico.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, se ha desplazado hasta Formigal para presentar esta inversión en cañones de nieve, que ya se están instalando en las pistas de esta estación. El objetivo, asegura, es “potenciar” el esquí y eliminar la “incertidumbre” de que no caiga nieve del cielo. De hecho, ha ironizado con que “lo mejor” que pueda ocurrir es que “no las tengamos que utilizar”.
“Vamos a tener más nieve, mejor nieve y menos incertidumbre para que las estaciones aragonesas sean líderes en un sector turístico tan importante como la nieve. La inversión en innivación es básica para no depender del tiempo y cuestiones meteorológicas”, ha apuntado.
No en vano, el inicio de la campaña 2023/2024 ya se vio lastrado por la falta de nieve, ya que las estaciones del Pirineo no pudieron abrir en el puente de diciembre, y tuvieron que esperar al menos diez días para inaugurar la temporada. “Cuando llegamos al gobierno no había ni un papel para llevar adelante una inversión estratégica en algo tan obvio como mejorar los sistemas de innivación. Es prioritario e imprescindible que estas inversiones se lleven adelante”, ha afirmado el presidente aragonés.
En total, se van a instalar 609 cañones nuevos de “última generación” que reducirán el coste energético hasta en un 30%. “Se ha trabajado en la preparación y renovación por cañones de última generación de lo que ya teníamos innivado, creciendo en 5 kilómetros innivados y, en los próximos años, veremos una mayor superficie”, ha expuesto.
Con esta inversión, el Ejecutivo aragonés quiere reforzar un sector “estratégico” y que propicia el “desarrollo económico” de las comarcas pirenaicas. El cálculo medio de gasto por esquiador y día asciende a 100 euros, de los que 80 se quedan en la economía del territorio y el resto en las estaciones de esquí. Además, estos centros, tanto de esquí alpino como de fondo, generan 1.300 empleos directos y 12.000 indirectos.