Hace años, la Formación Profesional era denostada y se reducía a alumnos que no conseguían entrar en la Universidad o que ni siquiera podían acabar Bachiller. Pero esa imagen ha cambiado, e incluso el número de estudiantes en Aragón ya supera por primera vez al de grados universitarios, con más de 27.600 matriculados, y el próximo año van a implantarse otras 1.500 más.
Ello ha sido posible al concebirse como un sistema educativo ligado al completo con la formación y la experiencia en empresas, compatibilizando los estudios con las prácticas reales. Y los empresarios así lo han entendido, viéndola como “clave” para el desarrollo del tejido económico de Aragón. “Entre el 60% y el 70% de los puestos que ofertan las empresas requieren una formación de FP. Si no, tenemos que buscar personas que tienen una formación superior a la que necesitamos para esos puestos de trabajo y eso no es bueno para la empresa ni para la persona”, ha avisado el presidente de CEOE Aragón, Miguel Marzo.
La industria y los servicios son los principales sectores que más requieren de alumnos de FP. Este año, hay unos 9.000 alumnos de FP haciendo prácticas en empresas y, según datos de CEOE, se requieren alrededor de 15.000 puestos de trabajo en Aragón. “No todo tiene que ser graduados, universitarios o ingenieros informáticos. La clase media es la que desarrolla todas las sociedades y todos los sectores, evidentemente. Necesitamos ese colectivo que son los que, de alguna forma, cubren la mayoría de los puestos que están ofertando las empresas”, ha apuntado Marzo.
Ante ello, los empresarios verían necesario un “plan” de FP Dual para potenciar las ramas intensivas, actualmente en el 3%, concienciando de la capacidad para encontrar empleo. “La Formación Profesional es empleabilidad al 100%. Prácticamente el 100% de las personas que estudian FP se colocan. Las empresas lo necesitan”, ha señalado el presidente de CEOE Aragón.
Así, desde el Ejecutivo aragonés se muestran “totalmente alineados” con las empresas a la hora de “flexibilizar la normativa” para que las empresas “se sientan cómodas” con los alumnos. “El estigma que ha tenido durante muchísimos años está superado, aunque debemos seguir trabajando para que se mejore esa imagen y se vea como una enseñanza de mucha calidad, una enseñanza vanguardista, tecnológica y que evidentemente ofrece casi un 100% de empleabilidad”, ha afirmado el director general de FP, Luis Mallada.
Una de las claves para que la FP haya ganado peso en las empresas es su adaptación a la era digital y el uso de tecnologías que ya se están utilizando en los centros de trabajo. “Tenemos equipamiento didáctico de la más alta tecnología, que ya está en las empresas. Los alumnos que acuden a formarse en la empresa pueden disfrutar de esa tecnología para poder tener un aprendizaje muy adecuado”, ha destacado Mallada.
Fruto de la apuesta del Gobierno de Aragón por estas enseñanzas, la oferta presenta cada curso una mayor calidad –con una formación pegada a las necesidades del tejido empresarial y al territorio- y no deja de crecer, con más de 600 ciclos implantados en la Comunidad Autónoma y 138 títulos diferentes (23 de Grado Básico, 44 de Grado Medio y 71 de Grado Superior).