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Aragón cerró el año con 40.300 trabajadores dedicados a la construcción Ayuntamiento de Zaragoza
La construcción tira del empleo en Aragón ante la llegada de las nuevas inversiones y las dudas en la automoción
La construcción ha sido uno de los impulsores de la creación de empleo en Aragón, con casi 7.000 nuevos trabajadores en un año.
Más información: Aragón cerró 2024 con una tasa de paro del 7,6% y 624.500 trabajadores, las mejores cifras desde el verano de 2008
El mercado laboral aragonés finalizó el año con noticias positivas. Aragón es la segunda comunidad con menor tasa de paro, con un 7,6%, y alcanza los 624.000 trabajadores, que son las mejores cifras desde el verano de 2008, cuando la Expo de Zaragoza batió todos los récords en empleo que todavía persisten, y que retrasó el impacto de la crisis económica, ya acuciante en otros territorios. Únicamente Navarra, que roza el pleno empleo, tiene mejores datos de paro, un 6,6%.
En este último trimestre, la construcción ha sido uno de los impulsores de la creación de empleo, con casi 7.000 nuevos trabajadores en un año, alcanzando los 40.300 ocupados. Aunque todavía está lejos de las cifras de aquel verano de 2008, cuando se llegaron a los 75.000 trabajadores, estas cifras constatan una recuperación del sector al freno que sufrió a mediados de 2022 con la guerra de Ucrania y el repunte de los precios de las materias primas.
Detrás de este repunte de la construcción se encuentra la llegada de los nuevos proyectos al territorio, con importantes inversiones que se traducen en creación de empleo, primero en la construcción, y después en la industria o en los respectivos sectores. No en vano, este mismo martes, el Consejo de Gobierno avalaba tres nuevas iniciativas, con una inversión de 85 millones, y la creación de más de 900 empleos, de los que un tercio podría llegar a ser de la construcción.
En el lado contrario, la cara negativa la pone la industria, que, si bien ha ganado 6.300 empleos entre octubre y diciembre, en el transcurso del año ha perdido 9.400 ocupados, ante las dudas generadas en la automoción de cara a dos años complicados hasta completar la transición al vehículo eléctrico.
“Vamos a hacer todo lo posible para que este periodo no sea tan contundente. Las noticias de la gigafactoria y la construcción pueden hacer que estos años sean más llevaderos y tranquilos. Estamos pendientes de la industria de la automoción, tanto de la producción de Stellantis como de la industria auxiliar”, ha apuntado el director general de Política Económica, Javier Martínez.
Igualmente, la agricultura también ha sufrido un pequeño bache en los últimos meses, perdiendo casi 5.000 trabajadores en un año, que desde el Gobierno de Aragón achacan a la situación “cíclica” del sector y a su digitalización. “Es un sector muy cíclico. En momentos punta necesita muchas personas. Ahora está en un momento de renovación y modernización, introduciendo maquinaria en la producción. Las dos cosas hacen que tengamos estos datos, pero no son extraordinariamente preocupantes”, ha explicado Martínez.
Atentos a la evolución
Con ello, desde CEOE alertan de la continuidad que podría tener en los próximos meses, al tratarse la industria de un sector de especial relevancia para la Comunidad por su peso en el PIB y la calidad del empleo. “Habrá que estar muy pendiente de la evolución de las economías europeas, especialmente Alemania y Francia”, subraya su director general, Jesús Arnau.
También, como “aspecto a mejorar”, la patronal sitúa el descenso de la población activa en 1.800 personas (un 0,27%), que refrenda las demandas de las empresas aragonesas respecto a la escasez de mano de obra y la necesidad “de incorporar a más personas trabajadoras para impulsar las inversiones que van a venir en los próximos años”. “Es una demanda de las empresas de todos los sectores y en las tres provincias”, destaca Jesús Arnau.
En la misma línea, desde Cepyme piden prudencia ante el “estancamiento” de la industria, con el deseo de que las nuevas inversiones lleguen a las pequeñas y medianas empresas. “Las pymes llevan siete trimestres consecutivos de reducción en su productividad y los costes laborales han crecido 18,1% desde 2019. Es importante que esas grandes inversiones generen también un impacto positivo en las pymes”, señala su presidenta, María Jesús Lorente.
Los deberes para 2025
Con estos datos sobre la mesa, desde los sindicatos miran ya a un 2025 que, inciden en UGT, debe servir para “avanzar en la solución de problemas estructurales”. “Deben mejorar las políticas activas de empleo para ayudar a las personas desempleadas, y en especial a las que tienen mayores dificultades de inserción, fortaleciendo los servicios públicos de empleo, configurando las bases de un tiempo de trabajo más justo”, señalan en el sindicato.
En este sentido, desde CCOO insisten en que 2025 debe continuar la senda de mejora en las condiciones de trabajo “iniciada con la reforma laboral” para “alcanzar un mercado de trabajo más eficiente y justo”. “Aumentar la calidad del empleo tiene beneficios para los trabajadores, pero también para la economía en general, por lo que es especialmente relevante lograr la reducción de jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales y una importante subida del Salario Mínimo Interprofesional, entre otras medidas”, asegura su responsable de Empleo, Carmelo Asensio.
Igualmente, para CCOO también hay que atender otros problemas instalados en el mercado de trabajo, como sucede con el subempleo, que afecta a casi la mitad de las personas que trabajan a tiempo parcial, un 45,52% concretamente. “Estas personas trabajan a tiempo parcial por no poder encontrar un trabajo a tiempo completo, lo que supone peores condiciones de trabajo, menores ingresos y mayor pobreza laboral”, remarca Asensio.
Por su parte, el reto del Gobierno de Aragón para este año es romper, por fin, la barrera psicológica de los 50.000 desempleados, aunque habrá que esperar unos meses. “Enero siempre es un mal mes para el paro, y el primer trimestre no tendrá el efecto Semana Santa, que cae en abril. A corto plazo, es difícil prever la evolución, pero estas inversiones que ya se están implantando empiezan a tirar del empleo de la construcción. A medida que avance, la industria debe evolucionar positivamente”, ha añadido Javier Martínez.