Zaragoza refuerza su compromiso con la limpieza: la segunda ronda intensiva llega a todos los barrios
Cinco equipos específicos con 15 operarios se encargan de ejecutar este plan de refuerzo que, con el nuevo contrato, se realiza dos veces al año en cada distrito.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha la segunda ronda anual de limpieza intensiva en todos los barrios de la ciudad, una iniciativa clave para mantener las calles en óptimas condiciones. Con un despliegue de 5 equipos con 15 operarios cada uno, esta intervención complementa el trabajo diario de limpieza. Hasta ahora las labores se han centrado en barrios como Almozara, Torrero y Actur, con miras a abarcar Rabal, Miralbueno y Casablanca en noviembre.
Este plan forma parte de la nueva contrata municipal con FCC, que prevé dos rondas anuales de limpieza profunda, además del servicio ordinario. Las tareas incluyen el barrido manual y mecánico, la eliminación de pintadas y el baldeo de las calles. Casi 200 operarios, 14 brigadas motorizadas, 17 equipos de barrido mecánico y otros muchos más empleados contribuyen diariamente a que la ciudad esté más limpia.
Las rondas intensivas de limpieza se hacen dos veces al año, una durante el primer semestre, de enero a junio, y la otra de julio a diciembre. El pasado mes de julio comenzó el segundo lavado de cara, empezando una nueva vuelta por todos los barrios de la ciudad.
Estas limpiezas intensivas ya han mostrado mejoras visibles en zonas como Valdefierro y Oliver, y se espera que el programa abarque todo el mapa urbano antes de finalizar el año. El esfuerzo económico del Ayuntamiento, con un presupuesto significativo para estas labores, busca asegurar que la ciudad mantenga su buen aspecto, pero se necesita el compromiso de los ciudadanos para consolidar este objetivo a largo plazo.
La limpieza urbana es fundamental para garantizar el orden y la salubridad en las ciudades. Un entorno limpio no solo mejora la apariencia visual, sino que también previene la acumulación de residuos que pueden atraer plagas y causar problemas de salud pública.
Calles despejadas y limpias son un reflejo del cuidado por el bienestar de los habitantes y contribuyen a una mejor calidad de vida. Además, la gestión eficaz de la basura permite un uso más eficiente de los espacios urbanos, evitando la proliferación de desechos y obstáculos que afecten la movilidad o el confort de los ciudadanos.
La limpieza de Zaragoza: un deber de todos
Para la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca y la consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, la colaboración ciudadana es algo fundamental: pequeños gestos como el correcto uso de papeleras o la recogida de excrementos de mascotas son esenciales para mantener Zaragoza limpia.
Los ayuntamientos y sus equipos de limpieza juegan un rol clave en el mantenimiento de las ciudades, pero la colaboración ciudadana es esencial para lograr una limpieza efectiva y duradera. En los últimos años se han visto campañas publicitarias por la capital aragonesa, para concienciar de este asunto a los zaragozanos.
“Zaragoza no es un cenicero” o “Tu perro nos gusta, sus cacas no”, son algunos ejemplos de lemas que se han difundido por toda la ciudad. La limpieza está muy relacionada con el cuidado del medioambiente, y el famoso lema de los naturalistas de “piensa globalmente, actúa localmente” se aplica a la perfección a esta idea.
Cuando cada ciudadano asume la responsabilidad de mantener su entorno, no solo se mejora la limpieza, sino que se fortalece el sentido de comunidad y el respeto por los espacios públicos compartidos. De esta forma, Ayuntamiento, FCC y zaragozanos hacen un gran equipo para que la ciudad brille en todo su esplendor.