Recientemente, la Fundación Basilio Paraíso, dependiente de la Cámara de Comercio de Zaragoza publicó un informe sobre la inmigración en Aragón, en el que se constata el impacto económico y social que este fenómeno tiene sobre nuestro territorio y apuntaba una batería de propuestas, que consideramos que son el punto de partida para un seguimiento en el tiempo de un fenómeno que ya es una realidad en nuestra región.
Aunque hay que seguir ahondando en este proceso analítico, el informe impulsado por la Fundación y realizado por el profesor Marcos Sanso, revela una serie de datos que nos confirman la necesidad de mano de obra para seguir creciendo económicamente en nuestra comunidad.
El informe indica que, desde el 2002, la población de Aragón ha crecido un 10,3% siendo la inmigración, el principal motor de ese crecimiento. Se prevé que este número aumente hasta alcanzar los 403.523 inmigrantes en Aragón, según una proyección que realiza el gobierno de España para el 2039.
Continuando con el análisis, la inmigración ha jugado un papel clave en el sostenimiento del mercado laboral aragonés. De hecho, un 15,4% de la población activa está compuesta por personas extranjeras. Este colectivo ha sido fundamental para cubrir vacantes en sectores como la agricultura, el empleo doméstico, el comercio, la hostelería y la construcción.
El estudio subraya que la inmigración no solo ha ayudado a sostener el mercado laboral, sino que también ha tenido un impacto positivo en la economía y las finanzas públicas de Aragón. Los inmigrantes, en su mayoría jóvenes y en edad laboral, contribuyen significativamente al sistema de pensiones y a la recaudación fiscal. De hecho, según el informe, el valor total del superávit fiscal debido a los extranjeros sería en 2023 de unos 500 millones de euros. Cifra que deberemos diseccionar en una segunda fase del estudio, pero que evidencia que, en este momento, los extranjeros que trabajan en nuestro territorio aportan positivamente a la riqueza fiscal de Aragón.
Como he comentado al principio del artículo, este informe tiene vocación de ser un punto de partida para una reflexión más profunda sobre una de las realidades que nos afectan y que, estratégicamente, configura una de las tendencias económicas de los próximos años.
Partiendo de esta realidad, debemos seguir analizando estos primeros datos y ahondar en otros factores que también forman parte del fenómeno de la inmigración. Es clave conocer datos sobre la inmigración irregular, que, según la delegación del Gobierno en Aragón, se calcula que son unas 15.000 en todo Aragón, la mayoría de ellas de procedencia latinoamericana.
Si la proyección al 2039 se cumple, en Aragón debemos estar preparados para adaptarnos a una realidad que no sólo tendrá consecuencias en la parte económica, sino que debe dar respuesta al fenómeno de la inmigración de una forma integral, abordando cuestiones como la distribución demográfica, educación, vivienda, cultura y religión.
La Fundación Basilio Paraíso, en su propósito de impulsar el desarrollo económico de Aragón mediante el estudio, la investigación y la prospectiva, se compromete a seguir trabajando en esta línea, trasladando a instituciones públicas y entidades privadas la reflexión que surge de este informe y que queremos enriquecer con las propuestas de la sociedad civil para abordar conjuntamente y de forma ordenada una tendencia que va a marcar el futuro de nuestra sociedad.
Jorge Villarroya Greschuhna, presidente de la Fundación Basilio Paraíso