Los centros de trabajo no son espacios ajenos a las violencias machistas y, en particular, a las situaciones de acoso sexual. En el ámbito laboral es necesario además, apoyar a las víctimas de violencia de género.

Hoy 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, UGT manifiesta una vez más su repulsa contra todos y cada uno de los actos de violencia que padecen las mujeres por el mero hecho de serlo. En el ámbito laboral, nuestro primer y principal escenario de actuación, contamos con herramientas que, de manera directa van dirigidas a eliminar estas formas de violencia.

La violencia en el ámbito laboral es una realidad muy invisibilizada, ya que las mujeres siguen teniendo miedo a denunciar y la viven en silencio, lo que tiene terribles consecuencias para su salud física o psicológica. Ante la falta de apoyo, muchas de estas situaciones terminan en bajas o, incluso, con las mujeres abandonando sus puestos de trabajo.

Los protocolos de prevención, detección y actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, obligatorios para todas las empresas independientemente del número de su plantilla, junto con la negociación colectiva de los Planes de igualdad, nos permiten luchar contra estos comportamientos cuando se produce en la empresa, en el centro de trabajo o como consecuencia de la relación laboral.

El acoso y la violencia sexual son además factores de riesgo psicosocial, que deben ser tenidos en cuenta en las evaluaciones de los puestos de trabajo; están asociadas a la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo.

Según la Encuesta Europea de Violencia de Género de 2022 de Eurostat, entre los comportamientos de acoso sexual más frecuentes, que las mujeres manifiestan haber sufrido en el ámbito laboral se encuentran las miradas insistentes o lascivas; las bromas indecentes u ofensivas sobre su cuerpo o vida privada; las sugerencias inapropiadas para tener una cita y el contacto físico no deseado como por ejemplo, proximidad innecesariamente cercana, tocamiento de partes de su cuerpo, besos o abrazos.

UGT Aragón en su compromiso en la erradicación y denuncia de estos comportamientos agresores, quiere conseguir espacios de trabajo seguros y libres de violencias.

Por otra parte, para apoyar en el ámbito laboral a las víctimas de violencia de género es necesario favorecer su permanencia en los puestos de trabajo. Contar con un empleo favorece su autonomía económica y personal y es una vía de empoderamiento y normalización.

En 2023 hubo 1.078 víctimas de violencia de género en Aragón (con orden de protección o medidas cautelares dictadas) según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A partir de los derechos reconocidos en las leyes se debe facilitar la conciliación de sus obligaciones laborales con sus necesidades de protección y de recuperación integral, pudiendo negociarse en el marco de los Planes de igualdad, más medidas de apoyo específico.

Es indispensable además, mejorar las políticas activas de empleo para las mujeres víctimas de violencia de género, ya que son necesarias medidas de apoyo a la integración laboral de quienes se encuentran fuera del mercado laboral.

Existen bonificaciones de la cuota empresarial de la Seguridad Social, tanto para su contratación como para la sustitución de las víctimas que ejercen su derecho a suspender su contrato o a la movilidad geográfica. Según el Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en 2023 en España se realizaron 785 contratos bonificados y 305 de sustitución, en Aragón fueron 27 y 16 respectivamente.

Tenemos que seguir combatiendo la violencia machista desde el conjunto de la sociedad y desde todas las instituciones. Es indispensable seguir implantando medidas encaminadas a eliminar las situaciones de desigualdad y violencia y UGT Aragón lo seguirá haciendo a través de la Negoción colectiva, en Planes de igualdad y convenios colectivos.

Nuria Luján Guerrero, secretaria de Igualdad, Juventud y Movimientos sociales