La Guardia Civil de Barbastro ha detenido en las últimas horas a cuatro personas por robar hasta 37 móviles en las fiestas de San Lorenzo, en Huesca. A los arrestados se les atribuye un delito de hurto continuado. Fue el pasado domingo, día 11, cuando una persona denunció en el puesto de la Benemérita que le habían hurtado su teléfono estando de fiesta en la capital altoaragonesa.
Por suerte tenía activada la localización y pudo poner sobre la pista a los agentes, ya que apuntaba directamente al municipio de Barbastro. Tras la investigación, esa misma mañana se pudo localizar e identificar a estas cuatro personas, jóvenes de entre 19 y 23 años y residentes en Madrid.
Lo curioso fue cómo estaban los 37 móviles sustraídos: guardados bajo un colchón, envueltos en papel de aluminio y sin tarjeta SIM para evitar que pudieran ser localizados. De acuerdo con la Guardia Civil, los móviles recuperados tenían un valor total en el mercado de unos 22.000 euros.
Las diligencias, instruidas por la Guardia Civil de Barbastro, fueron entregadas junto con los detenidos al Juzgado de Instrucción nº 1 de Barbastro, quedando los cuatro arrestados con la obligación de personarse ante el juez cuando sean requeridos.
Esta, en todo caso, no es la única detención llamativa que se ha producido en la Comunidad en los últimos días. La Policía Nacional arrestó en Zaragoza a cuatro mujeres de entre 26 y 38 años por sustraer dinero y joyas a personas de avanzada edad. Se trata de un grupo itinerante que se desplazaba desde Madrid y actuaba en diferentes puntos de la Península seleccionando a personas mayores, normalmente octogenarias, o con problemas cognitivos como víctimas, creándoles “un trauma psicológico difícilmente reparable”.
Los hechos, cuentan desde el Cuerpo, se solían cometer en la intimidad del domicilio de las víctimas, provocándoles un sentimiento de temor y una sensación de inseguridad constante, originando cambios en sus rutinas diarias y dejando de considerar sus hogares como un "lugar seguro".
Por lo general tienen varios ‘modus operandi’, pero siempre con un mismo perfil de víctima. Se alojan en la ciudad de Zaragoza acompañadas de sus parejas e incluso sus hijos simulando una escapada turística. Mientras ellos se quedan al cuidado de los descendientes, ellas comienzan una búsqueda incesante de posibles víctimas en plena calle.
Cuando seleccionan a su presa la abordan directamente, ganándose su confianza y le ofrecen cualquier tipo de servicio de limpieza o ayuda para subirle la compra al domicilio, pretextos para que les den un vaso de agua o incluso les ofrecen servicios sexuales.
Una vez que consiguen acceder al domicilio, una de ellas deja la puerta entreabierta para que su consorte entre posteriormente y se haga con el botín, sobre todo joyas de oro y dinero en efectivo, abandonando rápidamente la vivienda para no ser sorprendidas.
En el caso de Zaragoza fueron agentes del Grupo de Delincuencia Itinerante los encargados de llevar a cabo esta investigación, que continúa abierta debido a que muchas de las víctimas no se atreven a denunciar por miedo o vergüenza. Hasta el momento se han conseguido esclarecer tres hurtos cometidos en diferentes puntos de la capital, donde habrían sustraído diversas joyas y relojes.
Tras identificarlas, los investigadores establecieron un dispositivo de vigilancia y seguridad para proceder a su detención el pasado día 8, localizando a dos de ellas en la vía pública y a las otras dos en la estación de Delicias intentando abandonar la ciudad. Las cuatro arrestadas, que suman treinta y cinco antecedentes policiales por hechos de la misma naturaleza, pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos.