Zaragoza

El verano ha traído cifras récord de desplazamientos en las carreteras, pero con ello aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico. Las carreteras aragonesas han registrado un número de siniestros mortales sin variaciones a los cuantificados en el balance realizado durante el mismo período de 2023, aunque siguen siendo altas. Durante julio y agosto, un total de 13 personas perdieron la vida, concentrándose estas principalmente en agosto.

Este jueves la Dirección General de Tráfico ha presentado el balance de la Operación Verano y con ello los datos provisionales de fallecidos durante los meses de julio y agosto. La Comunidad aragonesa ha registrado once accidentes, dos menos que en 2023. Sin embargo, el número de fallecidos se sitúa en trece, manteniéndose igual que las cifras registradas el año pasado.

Las carreteras más castigadas han sido las que dan paso por la provincia de Zaragoza con siete fallecidos, registrando así cuatro más que en 2023, siendo la A-2 la que más ha aglutinado. Mientras, Huesca y Teruel inscriben noticias más alagüeñas, tras la disminución en dos por cada provincia, 4 y 2 en total respectivamente.

Agosto, mes negro

Si hay un mes que ha resultado fatídico en las carreteras aragonesas ha sido agosto. El último mes de las vacaciones ha congregado diez víctimas mortales, unas cifras superiores a la media. Fue durante este mes cuando se produjo el accidente más trágico.

El 11 de agosto tres jóvenes vecinos de Binéfar perdían la vida de madrugada en la autovía A-22, a la altura del término municipal de Castejón del Puente, en la provincia de Huesca. El vehículo en el que viajaban los tres amigos procedentes de Mali quedó calcinado en su totalidad tras chocar contra una arqueta de hormigón.

Los datos señalan que ha habido una proliferación de accidentes donde los camiones han estado implicados. El 24 de julio perdía la vida la conductora de un vehículo tras el choque frontal entre un camión y un turismo. La colisión entre estos dos mismos vehículos causaba la muerte del conductor de un turismo en la N-232 en Quinto el 9 de agosto.

También, el choque entre dos camiones traía el fallecimiento de uno de ellos el 27 de  agosto en la A-2 a la altura de Cetina. El último registrado tenía lugar el 31 de agosto cuando un caminero perdía la vida tras el vuelco del camión articulado en el que transportaba ganado de porcino, en la A-22 a su paso por Monzón.

Los motoristas, los más vulnerables

Los motoristas también se han visto afectados en demasía, en tan solo la segunda parte de agosto se han registrado tres víctimas mortales. El 15 agosto perdía la vida un conductor en la A-2 a la altura de Bubierca. Los otros dos siniestros se registraron con poco margen de tiempo. El 30 de agosto, otro motorista fallecía tras caerse en la calzada en la misma vía, a la altura de Malpica. Pocas horas después se registraba la muerte de un tercer motorista, esta vez en la N-211 en el término municipal de Mequinenza cuando regresaba de Motorland.

Según datos que maneja la DGT, son diez los motoristas fallecidos en la Comunidad en lo que va de año. A nivel nacional, representan el grupo más vulnerable, con un incremento de 13 fallecidos más.