Zaragoza

Un encuentro puede acabar en una pena de 12 años para un acusado de una presunta agresión sexual en Zaragoza. Pena que pide tanto la acusación particular como la Fiscalía. Los hechos se remontan a verano de 2023. El acusado defiende su inocencia y que se conoce con la presunta víctima en el mismo día que ocurren los hechos.


El juicio debería haberse celebrado este miércoles en la Audiencia Provoncial de Zaragoza. Sin embargo, este ha terminado suspendido, no por negación de ninguna de las partes, sino por problemas con el traductor de wólof, primer idioma del acusado.

En un primer momento se ha realizado un receso para ponerse en contacto con buen traductor de estas características y se iba a realizar la traducción por videoconferencia. Finalmente, por problemas esto no ha sido posible. La abogada defensora, Soraya Laborda, ha pedido la suspensión del juicio por falta de un experto en el idioma.



Según mantiene el presunto agresor, durante la conversación mantenida entre ambos, la presunta víctima le habría hecho insinuaciones de recompensas económicas. Finalmente, este invita a comer a la joven a su casa y tras que ella comenzara a darle besos, terminan manteniendo relaciones sexuales, aparentemente, consensuadas por ambas partes. Según alega el acusado, una vez que ponen fin a la relación y se despiden en la calle, la mujer le pide 50 euros a lo que él se niega.



Tras ello, la presunta víctima acudió a un centro hospitalario a denunciar los hechos. El examen médico realizado no evidenció daños de ningún tipo ni desgarro vaginal. Además, no se ratificó la denuncia hasta cinco meses más tarde, a pesar de ponerse en contacto con ella durante ese periodo de tiempo y no obtener respuesta.

El denunciado no es hasta al día siguiente de que se produjeran los hechos cuando se entera de la situación. Esto se produce cuando se encuentra con una amiga de la víctima en la calle.