Un terminal de telefonía móvil, una microcámara oculta dentro del cuello de la camisa, un aparato inductor de wifi y un auricular colocado dentro del oído. Así era el sofisticado sistema audiovisual con el que un hombre intentó copiar durante una prueba de recuperación de la vigencia del permiso de conducir, siendo cazado por los agentes de la Guardia Civil. Se expone a una sanción de 500 euros y no podrá presentarse al examen en los próximos seis meses.
Las pruebas tuvieron lugar el pasado 11 de noviembre, en el aula de exámenes de la Jefatura Provincial de Tráfico de Zaragoza. Durante su desarrollo, los especialistas de GIAT detectaron a uno de los aspirantes haciendo uso de medios electrónicos prohibidos para obtener las respuestas correctas del examen.
Con todo este sistema conseguía el contacto con otra persona situada en el exterior del aula, la cual recibía en remoto las imágenes del examen, facilitando las respuestas correctas al aspirante que las recibiría a través del sistema de audio colocado en su oído.
De esta manera, la persona conseguiría, de forma fraudulenta, una habilitación que le autoriza para circular con vehículo a motor, representado un riesgo para la Seguridad Vial y para el resto de conductores y usuarios de la vía. La utilización de dispositivos electrónicos de comunicación no autorizados en estas pruebas está tipificado como infracción muy grave.
Durante este año, la Guardia Civil de Tráfico ha contabilizado hasta ocho infracciones de estas características en lo que va de año. Conlleva una sanción económica de hasta 500 euros y el aspirante no podrá presentarse a las pruebas para la obtención o recuperación del permiso de conducir en seis meses.