Cuatro menores del edificio anexo al centro de menores de Juslibol se emprendieron a palos contra un guardia de seguridad privada y uno de los trabajadores del centro. Este no ha sido un caso aislado ya que se han contabilizado otras agresiones en las que han resultado heridos otro guardia de seguridad y otros dos trabajadores.
Desde CSIF denuncian la falta de seguridad, ya que los turnos que realizan solo cuentan con un guardia para los diez menores internados en el anexo. De esta manera, la responsable de Seguridad Privada de CSIF Zaragoza y delegada sindicial de la empresa COVIAR, Isaben Castro, ha presentado una denuncia y un escrito en la que se requiere un refuerzo en el servicio de seguridad del edificio.
"Reclamamos que se refuerce el servicio de seguridad en el centro terapéutico, ya que un solo vigilante por turno es claramente insuficiente. Hay internos con un perfil conflictivo y tememos por la integridad de los trabajadores", afirma Castro. "Lo hacemos para evitar un mal mayor", señala a EL ESPAÑOL.
El anexo donde se han producido las agresiones se trata del Dispositivo Residencial Terapéutico (DIRTE) contiguo a las instalaciones de Juslibol, en el que desde un inicio se planificó que se reubicaran los diez menores que procedían del centro de menores de Ateca.
Según señalan desde CSIF, las agresiones vienen sucediéndose de manera continuada desde la apertura de este anexo a finales de septiembre aunque no habían pasado a mayores. Sin embargo, el 28 de octubre se produjo la primera agresión de gravedad donde señalan que los menores agredieron con puñetazos y sufre de contusiones al guardia de seguridad.
La segunda y la que más gravedad aparente presenta fue a manos de cuatro menores que intentaron fugares, según mantiene CSIF. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de noviembre cuando los menores agredieron con palos de escoba y otros objetos tanto al vigilante de seguridad como a otro trabajador del centro.
Durante la agresión, el guardia llegó a golpearse la cabeza con un escalón, aunque aparentemente sus lesiones no revistan gravedad. En estos momentos, ambos se encuentran de baja y a la espera de pruebas médicas.
Debido a los hechos se requirió la actuación de la Policía Nacional en un primer momento para controlar la situación y a continuación se llevaron a cabo medidas para garantizar la seguridad de todos los actores, según señalan fuentes del Gobierno de Aragón.
Tras las agresiones, los menores retomaron las actividades ordinarias de los cuatro menores, por separado, previstas en su itinerario de atención tras dar aviso a la Fiscalía y a la autoridad judicial, que es quien determina las medidas que hay que aplicar tras un episodio de estas características.