Los motoristas se han convertido en el eslabón más golpeado en las carreteras aragonesas en lo que va de año. De las 49 víctimas mortales que arrastra Aragón, 13 de ellas la conforman motoristas. Una cifra que no para de crecer y de alejarse de la que se registró en el año anterior, con cinco fallecidos durante todo 2023.
El último que se ha dado sucedió el pasado domingo cuando un motorista de 66 años chocó contra un coche a la altura del kilómetro 50,000 de la A-222, enen el término municipal de Cortes de Aragón (Teruel). El siniestro, según explicaron fuentes de la Guardia Civil, se produjo a las 11.20 tras choque por alcance "de motocicleta a turismo".
El fallecido era vecino de la localidad zaragozana de Fuentes de Ebro. La brutalidad del accidente se reflejó en el estado en el que quedó la motocicleta con la totalidad de ella destrozada y elementos esparcidos por toda la vía.
La provincia de Teruel también fue escenario del último siniestro vial antes de que se lamentara el ocurrido el pasado domingo. El pasado 5 de octubre perdió la vida un motorista en el término municipal de Cantavieja al salirse de la vía, A-227.
Las carreteras turolenses han registrado los dos últimos siniestros mortales después que se sucediera el primero en la provincia. El 21 de abril, un hombre de 51 años falleció tras salirse de la vía en la A-224, en Híjar.
A pesar de los números, no fue hasta abril cuando las carreteras aragonesas se cobraron la primera víctima mortal. Un joven de 34 años falleció tras salirse de la vía por el margen derecho en la A-23, en Sabiñánigo. El suceso se produjo el 12 de abril a primera hora de la mañana y abrió una temporada negra para los motoristas, ya que tan solo en el mes de abril se registraron cuatro fallecidos.
Zaragoza, epicentro de accidentes
El gran número de accidentes mortales de motoristas tuvieron lugar en las carreteras zaragozanas. Eso es lo que reflejan los datos de la DGT, en donde nueve de los trece siniestros se sucedieron en la provincia de Zaragoza.
La vía que más siniestros registró fue la A-2. Esta vía de carriles anchos se ha saldado la vida de tres motoristas en lo que va de año. El primero en sucederse fue a principios de mayo cuando un motorista falleció tras sufrir un accidente de tráfico en la A-2 entre los municipios zaragozanos de Alfajarín y La Puebla de Alfindén.
Los dos siguientes que se produjeron tuvieron lugar en agosto. Un motorista perdió la vida a mitad del mes estival al perder el control del vehículo y caer a la vía, en Bubierca. Otro motorista falleció a final de agosto a la altura del polígono de Malpica. Este mes fue trágico en siniestralidad, en el que hubo un tercer motorista fallecido en la N-211, en Mequinenza.
Entre otros siniestros mortales, el 31 de mayo un motorista falleció al sufrir una colisión frontal con un turismo en el cruce de la carretera A-121 con la A-1303. En el accidente, la acompañante del motorista resultó herida grave.
El último tramo de la campaña de verano, se saldó con dos víctimas mortales. El 31 de agosto, un motorista falleció cuando se encontraba volviendo del campeonato de motociclismo Motorland Aragón que se estaba celebrando en Alcañiz. En septiembre, se produjo otro fallecimiento de un motorista en al Z-40 tras sufrir una colisión con un turismo.
Los motoristas representan así uno de los colectivos más vulnerables en las carreteras aragonesas. De esta manera, la Dirección General de Tráfico pone el foco de atención en estos conductores para preservar la vida de estos y que se reduzcan las muertes.