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Era un turno normal en la Oficina de Denuncias de la comisaria de Arrabal para el agente de Policía Nacional Manuel Sánchez. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos cambió el trascurso de su mañana cuando comenzó a oler a humo por la zona, lo que le puso en alerta y no dudo en actuar. 

"Salí a mirar y me fijé en el edificio que está al lado de la oficina y salía un humo negro muy denso", recuerda el agente de Policía Nacional a EL ESPAÑOL. Tras dar parte a los bomberos de lo que estaba ocurriendo en el edificio nº1 de la calle de Almadieros del Roncal echó a correr directamente hacia allá para conocer bien la dimensión de los hechos. 

Una vez en el edificio recuerda que comenzó a subir hacia arriba por las escaleras para avisar a los vecinos y desalojarlos hasta dar con el origen del fuego que se encontraba en el piso 1ºA: "Empecé a picar a la puerta y no abrían entonces le di patadas y ya me escuchó la señora y me preguntó '¿quién es?'", rememora Sánchez.

La mujer, Cristina, de 74 años, se encontraba sola y desubicada en el inmueble por la cantidad de humo que había en el interior de su vivienda. "Cuando abrió la puerta salió una cantidad de humo negro que llegaba por la cintura y ella estaba preocupada porque no quería que se incendiara la casa", cuenta el agente. 

Así, comenzó a revisar toda la vivienda para ver dónde se encontraba el foco del fuego: "Había humo por toda la casa, miré en la cocina y había llamas por todas las partes", señala Sánchez. Al encontrarse en esa situación este agente se movió por "instinto" para conseguir un exterior con el que apagar el fuego. A pesar de que el de la primera planta no funcionaba, no desistió y consiguió uno en la plata superior con lo que pudo extinguir el fuego. "Son cosas que no piensas, la verdad. Nunca me había pasado esto en la vida, no sabes por donde tienes que salir porque no estudias esto, reflexiona. 

Tanto la mujer como él tuvieron que ser atendidos por los equipos sanitarios. Ella porque tenía quemada la mano y él, horas más tarde, tuvo que ir al hospital por problemas respiratorios: "Al cabo de una hora me empezó a quemar el pulmón y tuve que estar en tratamiento de cinco días de ventolínes por el estado de los pulmones al tragar humo", explica. 

"Como una madre" 

El haber compartido un momento tan duro y de tensión ha unido los caminos de este Policía Nacional de origen asturiano que lleva un año en la capital aragonesa con Cristina. "Desde que pasó viene de vez en cuando a verme como una madre", cuenta este agente. 

La reconocida carta que le hizo entrega Cristina junto a su marido Gregorio a Manuel fue una sorpresa para este que la recibió en mano en la comisaria. "Ella está siempre superagradecida", señala. Así lo hacía ver en la carta que le dedicaba: "Muchas gracias por todo, no me cansaré de decírtelo, por tu humanidad, tu buen hacer, cariño y valentía", destaca. 

Ahora, tras darse a conocer la historia que los une y la carta ya ha compartido las primeras bromas por salir en los medios de comunicación: "Le he llamado para decirle que salía en el periódico y está encantada", bromea el agente.