La parada del tranvía de Zaragoza en la que fue atropellada mortalmente una niña de 12 años este martes ha amanecido con velas y ramos de flores en recuerdo de la joven, alumna del IES Miguel Catalán, situado a solo unos metros.
También han dejado un frasco de agua bendita con la forma de la Virgen y una emotiva nota, escrita en una hoja de cuaderno, en la que puede leerse: "Descansa en paz, pequeña. Un beso al cielo y un abrazo para tus padres, familia y amigos que no te olvidarán. DEP".
El trágico suceso ocurrió a las 14.00, hora de salida de los colegios. A esas horas son decenas las personas que se juntan en la parada de La Romareda, situada justo enfrente del Hospital Miguel Servet.
Se da la circunstancia de que esta parada fue una de las primeras en estrenar las balizas que avisan de la llegada de los Urbos 3 iluminándose de un llamativo color rojo.
En el Miguel Catalán también se ha recordado a la joven, que cursaba 1º de la ESO. Del cartel en el que aparece el nombre del instituto se ha colgado un gran crespón negro y se ha guardado un minuto de silencio.
También se ha prestado atención psicológica tanto a los compañeros de clase de niña como a los que compartían curso con ello y a los que presenciaron el trágico atropello.
Entre tanto, la investigación, a cargo de la Policía Local, continúa con el visionado de las cámaras del entorno, claves para esclarecer las causas del suceso.
Dos accidentes en 48 horas
Se da la circunstancia de que este miércoles se ha producido un segundo atropello del tranvía. Esta vez ha sido en pleno centro, en el paseo de la Independencia. En él ha resultado herido un hombre de 63 años que ha tenido que ser atendido por un golpe en la cabeza.
En este caso, según testigos presenciales, la víctima habría cruzado indebidamente, fuera de los pasos de peatones. Como consecuencia, el servicio se ha visto interrumpido durante varios minutos, recuperando la normalidad en torno a las 14.00.