Zaragoza activa un plan contra la ola de calor: estas son las piscinas que rebajan su precio

El calor en la capital aragonesa es algo conocido por todos y sufrido cada verano por los zaragozanos. Este año no está siendo distinto, pero las elevadas temperaturas del día no bajan lo suficiente por la noche, lo que provoca que el ambiente se recargue y los ciudadanos tengan síntomas de cansancio.

Este fin de semana se activa la alerta roja en gran parte de España y la amarilla en Zaragoza. Según la AEMET, los termómetros alcanzarán una máxima de 41º
el sábado y domingo, y de 40º el lunes. Esta alerta se caracteriza por la activación de todos los servicios municipales que participan en el dispositivo implicado en la detección de personas en riesgo para su atención, valoración, tratamiento o ingreso en lugares adecuados.

El ayuntamiento ha puesto en marcha dos medidas concretas para combatir el calor: rebajar el precio de las piscinas municipales e informar de las precauciones a personas mayores y vulnerables. La entrada individual de las piscinas municipales, siempre que se adquiera en taquilla pasará de 4 euros a 2,5 euros en caso de los adultos; de 2,70 a 2 euros para menores de edad; y de 2,60 a 2 euros para mayores de 65 años y pensionistas.

Además, Zaragoza cuenta con una red de 55 refugios climáticos, se tratan de los centros de convivencia de personas mayores y los centros cívicos de la ciudad a los que se puede acceder para tomar un descanso a la sombra y refrescarse. Este verano se ha sumado la sala de exposiciones de los Depósitos Pignatelli o la sede de la Oficina de Medio Ambiente en Casa Jiménez.

Piscinas municipales

Las piscinas son un gran refugio para luchar contra el calor. Aunque los niños tengan vacaciones durante los meses estivales, muchos adultos trabajan y es complicado escapar de la ciudad, pasar la tarde en una piscina con agua fresquita es la alternativa.

Zaragoza cuenta con 22 piscinas municipales, totalmente equipadas, con vestuarios y hasta bar en el que poder tomarse un refresco.  La capital aragonesa destaca por ser una de las ciudades europeas con mayor número de piscinas públicas por habitante. La temporada comenzó el pasado 8 de junio y terminará el domingo 1 de septiembre. Estas son las piscinas que reducen su precio este fin de semana:

• Alberto Maestro
• Actur
• Bombarda
• Casetas
• Centro Deportivo Municipal Gran Vía
• Ciudad Jardín
• Delicias
• El Olivar
• Garrapinillos
• La Cartuja
• La Granja
• La Jota
• La Química
• Miralbueno
• Monzalbarba
• Oliver
• Palacio de los Deportes
• Parque Deportivo Ebro
• Peñaflor
• San Juan de Mozarrifar
• Santa Isabel
• Valdefierro

Estas instalaciones están distribuidas por toda la ciudad, proporcionando acceso a piscinas y áreas recreativas a los residentes de diferentes zonas de Zaragoza.

Las 22 piscinas municipales están distribuidas por toda la ciudad entre sus distritos y barrios rurales. Las tarifas ordinarias de los abonos son las mismas que las del año pasado: 77 euros para adultos, 46,30 para menores de 18 años y 35 euros para la tercera edad. Existen precios reducidos para rentas bajas, familias numerosas o monoparentales y personas con discapacidad. Y también descuentos especiales cuando hay alerta por elevadas temperaturas como este fin de semana.

Precauciones ante el calor

Aparte de ir a la piscina y refrescarse hay otras medidas importantes a tener en cuenta para combatir el calor. Se tratan de precauciones para evitar golpes de calor o insolaciones. Por ejemplo, se recomienda beber agua sin esperar a tener sed; evitar todo tipo de bebidas alcohólicas y las comidas calientes; usar ropa apropiada: ligera, no apretada, de colores claros y preferentemente de algodón, evitando la ropa sintética; utilizar sombrero o gorra para protegerse del sol, y aplicarse crema solar unos 30 minutos antes de salir a la calle … 

No es recomendable realizar actividades que exijan esfuerzo físico importante cuando está haciendo mucho calor, es mejor planear las actividades por la mañana o a últimas horas del día. También hay que estar atentos de no dejar a niños, ancianos o animales en coches con las ventanas cerradas.