Los festivales como Mad Cool festival, o el Arenal Sound tienen cada vez más adeptos. En verano son muchos los que se equipan con tienda de campaña y outfit festivalero para recorrer España en busca de la música y cantantes del momento. Sin embargo, en Aragón, ocurre otro movimiento.

Los aragoneses no recorren España, sino la propia comunidad, de pueblo en pueblo, y no buscando a famosos cantantes, para nada; más bien buscando peñas y charangas con las que disfrutar la vida.

Se dice que no hay mayor tristeza para un aragonés que no tener pueblo; y es que, un pueblo no solo es un lugar; es una historia, una tradición, unas raices... "Y tú, ¿de quién eres?" suelen preguntar los mayores a los mozos, y a raíz de ahí, comienza una conversación sobre parientes, primos y anécdotas que pueden remontarse a la mili del buen anciano.

Regresar al pueblo, durante el curso es difícil, y la visita obligada es durante el verano. En concreto en el mes de agosto. En cada localidad encontramos peñas, charangas, concurso de guiñote o de disfraces; fiesta de la espuma, verbena, vaquillas... Aunque luego cada zona lo personaliza y lo acompaña con productos de la tierra. Ainzón, Calatayud, Caspe, Calamocha, La Puebla de Alfindén, Tardienta... Y un sinfín de pueblos se visten de gala estos días para celebrar la Asunción o San Roque, 15 y 16 de agosto.

Estos días son especialmente importantes; por un lado porque el 15 es festivo, y por otro, porque San Roque es patrón de muchos municipios aragoneses.

San Roque

No hay consenso entre los historiadores, pero se cree que San Roque nació en el siglo XIII, en Francia. Es conocido por ayudar a los enfermos, especialmente durante la peste que asolaba Europa en esa época. Se cuenta que, cuando él mismo contrajo la enfermedad, se retiró a un bosque para no contagiar a nadie, un perro le llevaba todos los días pan y el amo de este al descubrirlo le curó las heridas. Cuando se recuperó, volvió a la ciudad y siguió ayudando y curando a personas enfermas y a animales.

San Roque es uno de los santos más venerados en Aragón. Durante siglos, los aragoneses han pedido su intercesión para protegerse de las epidemias y otros males. Por eso, muchos pueblos aragoneses lo tienen como patrón y celebran sus fiestas en su honor.

Fiestas de pueblos

Como todos los meses de agosto, al llegar la fiesta mayor, pueblos y vecinos se ponen sus mejores prendas para disfrutar de las actividades organizadas por sus ayuntamientos o sus peñas. Los pueblos con las mejores fiestas, que no te puedes perder son:

  • Ainzón
  • Calatayud
  • Épila
  • La Puebla de Alfindén
  • Lécera
  • Tarazona
  • Tardienta

Evidentemente, la lista podría ser mucho más larga, pero para adentrarse en el mundo de fiestas de pueblo, estos son una gran opción. 

La fiesta comienza siempre con el chupinazo, un petardazo que anuncia el inicio de fiestas y se lanza desde el balcón del ayuntamiento; en esté suele estar presente el alcalde, junto con otros miembros de la corporación municipal y las reinas de las fiestas del año pasado. 

Enseguida empieza a sonar la música a ritmo de charanga, a correr el vino o la sangría y a llenarse las terrazas para el almuerzo. Los peñistas organizan concursos de todo tipo: de guiñote, de juegos tradicionales o la más esperada, de disfraces. El ayuntamiento publica en sus redes la programación de fiestas, en la que suele aparecer actividades para todos los públicos: títeres, verbenas, fiesta de la espuma, y cómo no: vaquillas. A primera hora de la mañana, al medio día y por la noche, algunas calles del municipio quedan cerradas al tráfico para dejar pasar a las reses. Los chavales muestran su bravura corriendo delante del astado, y por la noche los niños se asombran con el "toro de fuego". Alguna mañana habrá chocolatada, y también romería como en Calatayud, que el 16 de agosto el pueblo sube a la ermita de San Roque.