Agosto se va despidiendo, pero el calor y las elevadas temperaturas en la capital aragonesa se mantienen. Para huir de los grados siempre podemos ir a la playa o a la montaña, pero si no nos quedan ya días de vacaciones siempre existe la alternativa de las piscinas.
Zaragoza cuenta con más de 4.000 piscinas, 22 municipales y el resto privadas. Sin embargo, si nos alejamos un poco de la ciudad, encontraremos piscinas naturales que son también una gran opción para despedir el verano.
Las piscinas naturales son aquellas en las que el agua se depura mediante plantas u otros elementos naturales como la arena, sin necesidad de usar químicos. La mejor piscina natural de Zaragoza es, sin duda, el Pozo de los Chorros.
El Pozo de los Chorros está en Nuévalos, un pueblecito de 300 habitantes ubicado junto al embalse de la Tranquera, en la confluencia de los ríos Piedra y Ortiz. Cerca de Nuévalos se levanta uno de los monumentos más visitados de Aragón por su indudable belleza: el Monasterio de Piedra.
El río se hace paso entre las rocas dejando una serie de pozas a las que sigue un pequeño salto de agua que acaba en el Pozo de los Chorros. El pozo impresiona por estar rodeado de vegetación, con dos paredes laterales que muchos atrevidos usan para saltar al agua desde las alturas.
Existe otra piscina natural con el mismo nombre que se encuentra en Belchite, ofreciendo la oportunidad también de visitar un monumento histórico, no tan conocido ni antiguo como el Monasterio de Piedra pero sí muy interesante: el pueblo viejo de Belchite.
La conocida como Batalla de Belchite en el verano de 1937, se saldó con 5.000 muertos y un pueblo arrasado, pero que aún mantiene fachadas y escaleras en pie. Las ruinas no se retiraron ni se reconstruyó de nuevo el pueblo, Franco lo prohibió para dejar patente los horrores de la guerra y como símbolo de su victoria.
El Pozo de los Chorros
El Pozo de los Chorros, ubicado en Nuévalos es un paraje natural de gran belleza que forma parte del entorno del famoso Monasterio de Piedra. Este lugar es conocido por sus cascadas y pozas de agua cristalina, que se forman gracias al cauce del Río Piedra. Rodeado de una exuberante vegetación, el Pozo de los Chorros ofrece un paisaje idílico donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor, con bosques frondosos, senderos y formaciones rocosas que crean un ambiente perfecto para la desconexión.
El entorno natural es tranquilo y pintoresco, ideal para quienes buscan un lugar para relajarse en plena naturaleza. El agua es clara y refrescante, muy apetecible especialmente en los meses de verano, cuando las temperaturas suben.
Monasterio de Piedra
El monasterio de Piedra es uno de los destinos turísticos más visitados de la capital aragonesa. Se encuentra a solo hora y cuarto en coche desde Zaragoza ciudad. Se trata de un monasterio cisterciense del siglo XIII, y la visita al lugar incluye las dependencias adicionales como el Claustro, Sala Capitular, Antigua Abadía, y el Altar Barroco.
El horario para las visitas es de 9.00 a 19.00; y las entradas, que pueden adquirirse aquí, rondan los 12 euros. El monumento es considerado desde 1983 Bien de Interés Cultural, y en 2011 fue galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón.