España es reconocida por la belleza natural que encierra y la gran variedad de pueblos encantadores que ofrece. El turismo en el país es un activo importantísimo, pero no solo los extranjeros disfrutan de la península, los propios españoles viajan y descubren zonas paradisiacas.
En estos meses veraniegos son muchos los que buscan sitios ideales a los que ir en una escapada de fin de semana. Desde Aragón es muy fácil viajar a parajes increíbles, ya sea de montaña en la propia comunidad, o de playa en las comunidades vecinas de Cataluña, Valencia o el País Vasco.
Un lugar impresionante que combina todo: montaña, playa, cultura e historias de amor; está bastante cerca de Zaragoza, en Girona y se llama Tossa de Mar.
El pueblecito combina lo mejor de la naturaleza, tanto de playa como de montaña, con historias apasionantes, no solo de princesas y piratas, también de artistas, y de famosos de Hollywood.
Se hizo popular en los años 30 por ser un refugio de artistas, allí acudieron Marc Chagall, Jean Metzinger, Georges Bataille, Francis Picabia y André Masson. Disfrutaron largas temporadas de inspiración, lo que llevó incluso al pintor del surrealismo Chagall a describirla como el "paraíso azul". Fue un pueblo de vanguardia, y muchos artistas del siglo XX le donaron sus obras.
Tossa de Mar
Tossa de Mar, situada en la emblemática Costa Brava, es un destino que combina naturaleza, historia y encanto mediterráneo. Sus playas y sus calas, ofrecen aguas cristalinas y arenas doradas, perfectas para disfrutar del sol y el mar.
Pero Tossa no es solo para los amantes de la playa. Sus senderos, como el Camino de Ronda, invitan a descubrir paisajes costeros espectaculares, con vistas que cortan la respiración. Y su historia enamora a los aficionados a la cultura. Cuenta con dólmenes prehistóricos y con una villa romana muy completa del siglo I.
La villa romana dels Ametllers del siglo I - VI DC, testimonia la presencia de los romanos en el pueblo. Se encuentra justo al lado de la oficina de turismo y se puede visitar sin problema. La villa romana es una de las más importantes de la antigua provincia de Tarraco. Dedicada especialmente al cultivo del viñedo ya la exportación de vino de gran consumo, es un ejemplo clásico de explotación agrícola en el Mediterráneo romano.
Los estilos de hueso y de marfil, las cerámicas, las monedas o las fíbulas que se encontraron allí, están expuestos en el Museo Municipal.
El paseo marítimo se une con la fortificación Passeig de la Vila, del siglo XII. Forma una imponente muralla bien conservada que sería para la defensa del pueblo de los piratas. Los cañones y las torres de vigilancia espantaban a cualquiera que osara perturbar la paz de los pescadores que habitaban esa idílica zona.
De Hollywood a Tossa
Si te alejas de la costa y te adentras en las calles del pueblo descubrirás muchas historias increíbles. Una de ellas representada en la escultura de Ava Gardner.
¿Qué hace una estatua de una estrella de cine estadounidense en un pueblecito de Girona? Resulta, que la afamada actriz estuvo en el pueblo en 1950 rodando varias escenas de la película "Pandora y el holandés errante".
La escultura de Ava Gardner es una obra de 1998 creada por la artista gerundense Ció Abellí y es uno de los elementos más fotografiados de Tossa.
Durante el rodaje, Gardner se enamoró del torero catalán Mario Cabré. Mantuvieron un intenso romance, cuando ella ya estaba comprometida con Frank Sinatra, hecho que originó un gran revuelo. El cantante llegó incluso a aparecerse en Tossa para confirmar los rumores.
Sinatra voló desde los Estados Unidos hasta la recóndita Tossa para recuperar el favor de su amada. No estaba pasando por su mejor momento profesionalmente y acababa de separarse para empezar una relación estable con su amante, la jovencísima Ava Gardner. No estaba dispuesto a perder el favor de esta y se llevó con él un regalo carísimo: un collar de esmeralda y diamantes valorado en 10.000 dólares.
Calas paradisiacas
Senderos, historia, romances y por supuesto playas. Playas y calas paradisiacas. La principal es la Platja Gran (Playa Grande), cuenta con una amplia costa con todos los encantos de una playa turística: paseo marítimo, restaurantes y terrazas, todo acompañado de un recinto amurallado con torreones medievales único en Cataluña y que conforma un paisaje inolvidable.
Se caracteriza por estar ubicada a los pies de la silueta inconfundible del Cabo de Tossa y del recinto amurallado de la Vila Vella, que presiden su extremo sur, constituyen uno de los paisajes más fotografiados de toda la Costa Brava. En el año 2013, la revista National Geographic la valoró como una de las 25 mejores playas del mundo.
Entre sus numerosas calas destaca Giverola, a 5 kilómetros de Tossa. Alrededor de esta cala de aguas cristalinas, rodeada de acantilados y bosques de pinos, se ubica un complejo turístico que facilita buena parte de los servicios existentes. Tiene por ejemplo lavabos adaptados, restaurante, bar y chiringuito. Cuenta también con hamacas y parasoles.
La cala dispone de una notable infraestructura para la práctica de actividades náuticas y acuáticas. El entrono es semiurbano y cuenta con una longitud de 175 metros. Es accesible en coche por la GI-682 hasta el desvío, pero hay que dejar el vehículo en el aparcamiento de pago.
De todas formas, la cala Giverola es solo una de las muchas que hay en Tossa, solo hay que animarse a ir, perderse un poco y dejarse deslumbrar por sus encantos.