Existe una canción de los payasos de la tele que dice: “¿Y qué le voy a hacer si me gusta el buen comer? No cambio la comida por ningún otro placer. Pues no hay nada mejor, que una buena cazuela. Porompompón, ¡Manuela!”, tal vez le hayan puesto música, o puede que no la conozcan, pero se sientan identificados con preferir la comida, a cualquier otro placer; si es así, tienen que conocer este restaurante zaragozano.
La comida, no solo es una necesidad física, sino que para los que saben disfrutarla supone un regalo para el paladar y una alegría para el corazón. Dentro de la gastronomía aragonesa, tenemos una gran variedad de productos auténticos que entrarían perfectamente en la cazuela de Manuela, pero lo bueno, no está reñido con lo delicatesen, y el BunkerBar consigue hacerlo de una manera exquisita.
En la calle Jerónimo Zurita de Zaragoza, se encuentra este bar original que cuenta con una sala búnker auténtica, construida en 1937 y recuperada por Carolina para darle una nueva vida. Allí y en la planta de arriba tienen una propuesta original y deliciosa denominada ‘Platillos Bunker’.
‘Platillos Bunker’ se incorporó a la carta el pasado mes de mayo como una propuesta original: “queríamos ofrecer a nuestros clientes un menú diferente, divertido y a la vez delicado” explica Carolina, dueña del local.
En el menú hay varias opciones para elegir. La opciones se diferencian entre un primer plato frío, y dos calientes. Los platos fríos son más veraniegos y Carolina reconocía que tienen pensado cambiarlos próximamente: “después de las fiestas del Pilar pretendemos cambiar algunas de las alternativas; a lo mejor en vez de salmorejo ponemos una crema” explica.
Platillos Bunker
La propuesta delicatesen cuesta concretamente 16,90 euros y se ofrece los días entre semana, de lunes a viernes en horario de comida, entre 13.30 a 15.45. En el primer miniplato frío las opciones a elegir son: salmorejo con huevo duro y crujiente de jamón ibérico, ensalada de manzana caramelizada y foie fresco, ensaladilla rusa con atún, y como cuarta opción carpaccio de tomate rosa con pimientos rojos asados trucha ahumada y piparra.
Entre los miniplatos calientes encontramos 9 alternativas para elegir 2: croquetas de jamón de ibérico y de carabineros, empanadillas caseras de carne un pelín picantes, arroz thai con presa ibérica, plato de garbanzos marineros con gambones, eclair relleno de steak tartar con mayonesa de jalapeños, brioch de tartar de atún rojo almadraba en salsa kimchi, huevo poché con reducción de Pedro Ximénez y foie fresco, tiradito de ternera macerado en vino tinto con chimichurri y mojo de yuca, y por último, sándwich club en pan focaccia y mayonesa mostaza dijon.
Con estos platos, cualquier paladar podría salivar. Después de los tres miniplatos (que de mini solo tiene la vajilla pues el contenido es hasta arriba y nadie se va con hambre) toca elegir el postre entre manzana asada con yogur griego, tarta de queso con salsa de arándanos, o para los más golosos trufas de chocolate.
Bunkerbar es sinónimo de experiencia, diversión y buen rollo, defienden en su web, junto a la cita: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, de Albert Einstein.