Zaragoza

La gastronomía aragonesa, conocida por su carácter tradicional y arraigada en la riqueza de su territorio, destaca por su diversidad y calidad. Entre sus joyas culinarias, podemos hablar de los quesos. La tradición quesera de Aragón se basa en técnicas artesanales transmitidas de generación en generación, utilizando principalmente leche de oveja, cabra y vaca.

Entre los quesos más emblemáticos de Aragón se encuentra el Queso de Tronchón, elaborado principalmente con leche de oveja. Su textura semidura y su sabor suave pero persistente lo hacen delicioso. Otro tesoro es el Queso de Radiquero, originario de la Sierra de Guara y elaborado con leche de cabra: cremoso y con sabores herbáceos que evocan el aire puro de las montañas.

Sin embargo, ahora hay que hablar de otro queso aragonés que ha triunfado internacionalmente. Se trata del queso de oveja Gavarnie, de Quesos Bal de Broto. Ha ganado el Cincho de Oro en los premios del concurso internacional Cincho Cheese Awards 2024, celebrado recientemente en Zamora.

Queso Gavarnie. Bal de Broto

El queso de oveja Gavarnie, ha sido distinguido con el prestigioso Cincho de Oro en el concurso internacional Cincho Cheese Awards 2024. Este galardón, el más alto reconocimiento otorgado en el certamen, coloca al queso oscense entre los mejores quesos a nivel mundial, confirmando la excelencia del producto y el trabajo artesanal de esta pequeña quesería.

Los Cincho Cheese Awards, organizados desde el año 2000 por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, se han convertido en uno de los eventos más importantes del panorama quesero internacional. En esta edición, más de 1.200 quesos de distintos productores artesanales, tanto de España como de otros países europeos, compitieron por este prestigioso reconocimiento. El Cincho de Oro es un símbolo de calidad y prestigio, que distingue a los mejores quesos en categorías como sabor, textura y calidad artesanal.

Queso Gavarnie

El queso Gavarnie, creado en 2023, es el resultado de una colaboración con pastores del sur de Francia. Elaborado con leche cruda de oveja, es madurado durante al menos seis meses en una cava natural semienterrada, un proceso que le otorga sus características únicas. 

Afinado con levaduras locales propias de la quesería, el Gavarnie destaca por su sabor intenso y su textura inconfundible, fruto del esmero y la dedicación de la quesería Bal de Broto, que ha estado produciendo quesos artesanales de leche cruda de vaca desde 2017. Este premio es un claro reconocimiento a la calidad de los productos artesanales de esta región pirenaica.

Entrega del premio Cincho de Oro 2024. Bal de Broto

En la web de la pequeña quesería exponen: “Hace mucho tiempo fue una antigua fábrica de tejas y posteriormente una casa particular (Casa Torrente) que llevaba más de veinte años abandonada y hemos adaptado para nuestra actividad. Cuando la vimos nos enamoramos de ella y de su entorno, en los llanos de Planduviar, zona de tradición ganadera y quesera desde hace cientos de años, tradición que queremos recuperar y continuar”.

La quesería se ubica en la Casa de Planduviar, en el término municipal de Broto, a pie de la carretera nacional entre Fiscal y Sarvisé. El Valle de Broto (Bal de Broto en lengua aragonesa), a la falda del Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido cumplió 100 años en 2018 y dentro está la Reserva de la Biosfera Ordesa Viñamala (declarada como tal por la UNESCO en 1977).

La cárcel de Broto 

Cerca de la quesería se encuentra la cárcel de Broto. Una maciza torre de piedra que sirvió como prisión del valle, desde el siglo XVI hasta el siglo XX. Fue destinada en principio a la defensa del puente medieval levantado sobre el río Ara y a cobrar los derechos de paso existentes, aunque a partir de la concesión de privilegios a la Junta del Valle por parte de los reyes aragoneses, desde el siglo XIV, se fue transformando en prisión, hecho por el cual se observan algunas saeteras en sus muros.

Dentro de la propia cárcel se hallan unos importantísimos grabados realizados por los propios presos, datados en diferentes épocas y que son de una cantidad y calidad altísimos. Eran en su mayoría pequeños delitos de pastores y ganaderos por diferencias en linderos, robos de ganado…

La cárcel de Broto.

Durante sus cortas estancias en la prisión, sus inquilinos grababan en los muros sus propios nombres, motivos de santos e imaginería popular. Esta interesante y desconocida riqueza del Valle la han incorporado de manera especial a los quesos, llamándolos con los nombres de presos y santos que hay en los grabados. La cruz del logo de los quesos de Bal de Broto también puede encontrarse en los muros interiores de la cárcel.