El ser humano no entiende de locuras o de límites cuando tiene un objetivo. Dann Espinoza, Diego Haro y Kike Piña, tres jóvenes chilenos vecinos de Ariza (Zaragoza) tienen muy claro cuál es su cometido en el mundo: concienciar del cambio climático por todo el globo. Así pues, no existe ningún imposible para ellos en esa misión.
Los tres son chilenos, pero llevan años en España, asentados, concretamente, en la localidad de Ariza. Este pueblo de Zaragoza ya es su nuevo hogar. Ahí han creado su comunidad, han conocido gente, y han disfrutado de lo que es residir en Aragón. Sin embargo, estos jóvenes se ausentarán de las calles de Ariza durante dos años para poner en marcha su proyecto 'Climate Caravan'.
Esta iniciativa, que comenzó el pasado mes de abril, consiste en recorrer alrededor de 20.000 kilómetros en bicicleta por Europa, Oriente Medio y África durante dos años. Todo esto con el propósito de difundir sus ideas del cambio climático y grabar un documental con todos los testimonios conseguidos en su viaje.
Tras una simbólica salida desde Ariza, donde disfrutaron de una calurosa despedida, pusieron rumbo a Rumanía, junto a su perro Mirlo, para comenzar su aventura. Dispuestos con sus bicicletas y tiendas de campaña y con unas fuertes ganas de mostrar todo lo que tenían que ofrecer.
Dann Espinoza, uno de los miembros de Climate Caravan, afirma que está siendo "una mágica experiencia", pero eso no quita que no hayan tenido que enfrentarse a diferentes problemas, principalmente por las fronteras.
Rumanía y Serbia
En Rumanía estuvieron en total 22 días, divididos en dos períodos, un primero de 15 días y otro después de siete, que se debió a su asistencia al Foro Mundial por la Democracia. Allí, tal y como expresa el chileno, consiguieron un espacio para poder exponer su causa.
Además, en el país conocieron organizaciones, otros activistas, o personas de esferas del poder. "Pudimos conversar con muchos de ellos, con algunos logramos llegar a sintonía, con otros tenemos, por supuesto, algunas diferencias de opinión, pero eso no significa que sea un conflicto, sino que simplemente enriquece y nos invita a nosotros a hacer reflexiones", expresaba el joven.
También se dedicaron a recorrer pueblos o a entrevistar a agricultores que aplican alguna tecnología en su labor.
En medio de esas dos visitas, y después de la segunda, la Climate Caravan puso rumbo a Serbia, donde estuvieron casi dos meses. Un país del que también guardan un bonito recuerdo, donde les recibieron con los brazos abiertos, incluso estuvieron en contacto con la televisión, pues se corrió la voz de lo que los tres estaban haciendo por el país.
Además, acudieron a un punto de encuentro de viajeros en bicicleta, el 'Base Camp for Adventurers', y Espinoza admite que en este lugar les facilitaron la estancia. "Nos iban a saludar, nos llevaban comida, cada visitante o cada persona que nos iba a ver nos contaba la historia de su familia y fue muy enriquecedor", recordaba.
De su visita por el país, cuenta que lo que más les impactó fue ver una de las minas más grandes de Los Balcanes situada a metros de la ciudad, provocando que los vecinos vivan día a día con los ruidos y la contaminación del aire y del agua.
Por el momento, superan los 4.000 kilómetros y ya han podido tachar de la lista Rumanía, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Albania, Macedonia del Norte y Bulgaria, ubicación actual y a la que le seguirán Grecia y Turquía. No obstante, les queda un largo camino por recorrer y el calendario estimado para ello va según lo previsto.
No hay que olvidar que viajan encima de una bicicleta, aunque para el chileno no es un problema, pues considera que son responsables para descansar cuando lo necesitan. Sin embargo, confiesa que el clima sí le provoca mayores dolores de cabeza.
"Nos hemos enfrentado a muchas tormentas porque de primavera hasta verano es cuando más llueve en el centro de Los Balcanes. A pesar de que tenemos buenas carpas o las mejores que pudimos adquirir, llega un punto en que la carpa tampoco resiste todo", señala.
En este aspecto, subraya que todos sus recursos los dedican a la alimentación y no en alojamientos, mostrando que su causa es sincera, y que la falta de recursos no debe limitar: "La limitación está en la mente. Uno debe ser capaz de trabajar con lo que tiene a mano".
Entre todo esto, Dann se encuentra actualmente en Zaragoza para poder administrar las decenas de gigas diarios grabados e ir avanzando el documental. Además, el grupo se está planteando que este se dirija desde España a Alemania o Francia para conseguir apoyo económico ahí.
El chileno describe así que es una decisión que se ha tomado recientemente para impulsar la Climate Caravan: "No somos de ese tipo de personas que necesitan lo mejor de lo mejor para hacer su trabajo. Pero comprendemos que desde Turquía hacia abajo el nivel de donaciones o de ayudas que puede prestarte la gente es menor, no porque no quiera hacerlo, sino porque no tiene recursos".
Eso sí, el protagonista declara que se encuentra muy agradecido por todo el apoyo que han encontrado hasta ahora. En su cuenta de Instagram (@Climate.caravan) se pueden encontrar varios enlaces para realizar donaciones a la causa.
Representación de Ariza
Su lucha es defender el medioambiente, pero en su expedición mundial los jóvenes han puesto Aragón y Ariza en el mapa. "En todos los lugares en los que hemos dado entrevistas hemos contado que venimos de Chile, pero también que hemos partido de un pueblo de Aragón, de Ariza".
Esto es algo que a la gente le sorprendía, explica Dann, pero de lo que presumen con orgullo. "Hemos recorrido otros pueblos y somos abanderados de Ariza porque vemos que hay algo diferente, además del valor cultural", arranca.
"Ese algo diferente es la disposición del pueblo. La gente es muy solidaria, se apoyan. Han sido muy receptivos a aceptar un espacio cultural. Nosotros estamos permanentemente invitando a gente de todo el mundo para que vayan a Ariza a hacer un espacio de residencia y puedan contribuir al pueblo", especifica el joven.