Aragón cuenta con una gran riqueza gastronómica en la que no faltan platos tradicionales, ingredientes y productos típicos y recetas con larga historia a sus espaldas. Mientras en Huesca nos encontramos con algunas de las mejores recetas con carne de cordero y pescados de río, en Zaragoza tampoco faltan grandes referentes de la comida aragonesa.
Sin embargo, sus platos típicos van mucho más allá del ternasco, del pollo al chilindrón, del bacalao al ajoarriero, de las madejas o de la trenza de almudévar. Esta vez queremos dar protagonismo a uno de los platos aragoneses más desconocidos fuera de Aragón y muy típico de la zona de Calatayud.
Una receta tradicional de congrio a la bilbilitana con garbanzos a la que tampoco le falta historia detrás. Y es que, es anecdótico que un plato típico de Calatayud y de la zona interior de España tenga como protagonista a un pescado traído del Cantábrico. La explicación a esto, tiene que ver con la historia pasada de Calatayud , una zona de Aragón que destacaba por su confección de cuerdas. Estas se llevaban en carros hasta Muxía en Galicia para sujetar las velas de los barcos.
Al volver a Calatayud, los vendedores traían los pescados que allí se pescaban como el congrio. Pero ¿cómo aguantaba el pescado tantos días en buen estado? Para conservarlo durante el viaje, en Muxía lo salaban previamente y secaban al sol recogiéndolo por la noche y trayéndolo los sogueros de vuelta a Calatayud.
Un pescado que sobre todo se consumía en Cuaresma y que es fácil de reconocer por su color y aspecto amarillento. En cuanto a su sabor, este destaca por ser especialmente intenso y actualmente está considerado como toda una delicatessen.
Receta de congrio a la bilbilitana
Este guiso con garbanzos tradicional de Calatayud incluye normalmente patatas troceadas como acompañamiento al congrio, cebolla, ajo, pan frito y huevos cocidos. Una receta por lo tanto, repleta de proteínas y que además no destaca por tener una elaboración complicada.
Lo mejor sin ninguna duda, es conocer la historia de este plato y después disfrutar de su impresionante sabor ahora que bajan las temperaturas y vuelven los platos de cuchara. Sin embargo, si no tienes tiempo a acercarte a esta zona para degustarlo, te proponemos hacerlo en casa siguiendo estos sencillos pasos y con este listado de ingredientes.
Ingredientes: 400 g de garbanzos, 100g de congrio seco, un par de dientes de ajo, 1 huevo cocido, 15 o 20 g de piñones, 4 rodajas de pan duro, 1 hoja de laurel, perejil, aceite, sal y agua.
Primero, dejamos los garbanzos en remojo la noche anterior junto con el congrio. Es importante no remojarlos más de 8 horas para evitar que fermenten, lo que podría causar gases. Al día siguiente, cocemos los garbanzos en agua caliente con una hoja de laurel y el congrio, durante aproximadamente 60 a 90 minutos.
Mientras tanto, freímos unas rebanadas de pan en aceite y cocemos el huevo durante unos 15 minutos. En un mortero, machacamos los piñones (dejando algunos enteros), los ajos, el perejil y el pan frito con un poco de sal.
Picamos el huevo duro en trocitos pequeños. Cuando queden unos 10 o 15 minutos para que terminen de cocer los garbanzos, agregamos la mezcla del mortero, sal y el huevo duro picado. Dejamos cocinar todo por otros 15 minutos más. El guiso debe quedar con algo de caldo, como es típico en los guisos y ¡listo!
En cuanto al aporte nutricional de este plato, los garbanzos aportan proteínas vegetales, fibra y carbohidratos complejos, mientras que el congrio y el huevo proporcionan proteínas de alta calidad. Además, el pan frito y los piñones añaden grasas saludables. Una receta que, además de ser nutritiva, es una opción perfecta para los días más fríos, e ideal para disfrutar de una comida completa y equilibrada.