Zaragoza es una de las mejores ciudades de España para disfrutar de la gastronomía aragonesa pero sobre todo para ir de tapas por una de las calles más famosas de toda España. En esta ciudad es posible encontrarse con algunos de los mejores bares y tabernas de tapas de todo Aragón y tanto dentro del Tubo como en el Centro o fuera de esta mítica calle.

El disfrute de las tapas en esta ciudad es todo un arte del que tanto locales como turistas disfrutan gran parte de la semana y entre las opciones elegidas por supuesto no pueden faltar algunas de las tapas más míticas y famosas de Zaragoza. 

Pero más allá de los ricos champiñones del Champi, de las croquetas de Doña Casta o de los torreznos del Bar Casto, esta vez queremos hablarte de otra de esas tapas con forma de mini bocadillo o de montadito más bien, que también forman parte de la historia del tapeo en Zaragoza. Una tapa muy conocida por su delicioso sabor pero sobre todo por su peculiar nombre. Hablamos de la denominada tapa Guardia Civil.

Y es que, cualquier mañana de tapeo en la ciudad incluye su correspondiente parada para comer "guardia civiles". Así es como se llama a esta tapa con forma de mini bocata que incluye sardinas de cubo. Un tipo de pescado con picante o sin picante, que va acompañado de tomate, pepinillo agridulce y pimiento del piquillo con pan. 

Un bocado imprescindible cada domingo al medio día y que suele encontrarse en la mayoría de barras de los bares de la ciudad, que tiene la perfecta combinación de ácido, crujiente y buen sabor. Aún así, su origen lo encontramos en el bar El Lince de la plaza Santa Marta, donde lleva elaborándose más de 50 años. Allí es donde podrás encontrar uno de los mejores "guardias civiles" de toda la ciudad.

El bar de Zaragoza con el mejor "guardia civil"

El "guardia civil" es la tapa más emblemática del bar El Lince. Este famoso montadito lleva sardinas rancias maduradas en sal, un ingrediente típico de la gastronomía aragonesa. Y en cuanto al curioso nombre de este montadito, este se debe al color amarillento que adquieren las sardinas, similar al de los correajes de gala de la Guardia Civil. 

Es una de las tapas más vendidas y conocidas de la ciudad y que constantemente atrae a muchos clientes que van solo para probarlo. Pero lo cierto, es que El Lince no se limita a los "guardias civiles".

También ofrece una amplia variedad de tapas y raciones frías, como montaditos de embutidos ibéricos, quesos, ahumados y escabeches, además de tostadas, bocadillos y raciones de embutidos, salazones, patés y quesos.

Un bar que sigue manteniendo su estética tradicional y que también se encuentra entre los mejor valorados de Zaragoza: "Los montaditos son su especialidad, recomiendo el de sardina", "Los mejores montaditos que puedas probar, superiores a los que sirven en otros locales con mayor fama", "Un escándalo y una peregrinación merecida"... Estos son solo algunos de los comentarios con los que cuenta este local. 

Cómo hacer esta tapa zaragozana

Se trata de una de las tapas más típicas de Zaragoza, pero también de una de las más sencillas, sabrosas y fáciles de hacer. Para ello, si no tienes la oportunidad de acercarte al mismo centro de Zaragoza para probarla, solo necesitas elaborarla en casa con: panecillos minis o pan cortado en pequeños bocadillos, 1 tomate, pepinillos, pimientos del piquillo y sardinas rancias de cubo.

Una vez las hayas conseguido las sardinas rancias de cubo y antes de ponerte manos a la obra con esta tapa, el día antes pon un bol con agua y con las sardinas para suavizarlas un poco. A la mañana siguiente, sécalas, descámalas y saca los lomos. 

El siguiente paso es escurrir los pimientos del piquillo y cocinarlos en una sartén a fuego medio hasta que se doren y caramelicen. Para ello, debes echar un poco de aceite y dejar que se hagan al menos 8 o 10 minutos por cada lado. Después, parte los pepinillos en láminas.

Finalmente, solo queda montar el mini bocado colocando un par de rodajas de tomate dentro del pan, las láminas de pepinillo, los pimientos del piquillo y finalmente el lomo de sardina rancia y ¡listo!