Teruel es uno de los mejores lugares para dar la bienvenida al otoño. Ese destino ideal que combina perfectamente naturaleza, historia, arquitectura, pintorescos pueblos y la mejor gastronomía. La provincia que figura como una de las que más pueblos bonitos tiene de España, también tiene mucho que ofrecer y entre ello, hay hueco para escapadas increíbles como la que te proponemos.
Uno de esos planes perfectos para disfrutar del otoño con familia, amigos, pareja o incluso en solitario, es por supuesto Albarracín. Uno de los pueblos más bonitos, impresionantes y pintorescos de todo Teruel y en el que, no solo encontrarás calles estrechas y empedradas, casas llenas de historia y un pasado medieval increíble, sino también una gastronomía única, una naturaleza increíble y también los lugares más cómodos y asequibles para hospedarte una o varias noches.
Albarracín es una localidad y municipio de la provincia de Teruel, en la comunidad de Aragón. Una ciudad medieval que está rodeada por imponentes murallas que terminan en el castillo del Andador y que están envueltas en la imponente naturaleza de la Sierra de Albarracín. Esta fue la antigua capital de un reino de taifas y todavía es posible disfrutar de su ambiente islámico y medieval.
Una ciudad que desde junio de 1961 es Monumento Nacional y que además, en 1996 recibió la medalla de oro al mérito en las bellas artes. Tampoco hay que olvidar, que dentro del Parque Cultural de Albarracín se han encontrado muestras de arte postpaleolítico de entre 6000 y 1000 años a. C..
Un auténtico paraíso medieval y natural que tanto si ya conoces como si no, te proponemos como escapada para este otoño y también para los próximos meses más fríos. Y es que, en esta ciudad medieval podrás encontrar numerosos hostales y pensiones desde 30 euros la noche o en el mismo albergue de Albarracín por 25 euros la noche (los precios varían según temporada alta o baja).
Qué ver y hacer en Albarracín
Albarracín es mucho más que uno de los pueblos más bonitos de España, este lugar destaca por su ubicación privilegiada, su rica historia y su encanto natural. No solo su belleza arquitectónica, sino también sus alrededores, hacen que este destino sea imprescindible para cualquier viajero. Albarracín es el sitio ideal para incluir en cualquier recorrido por España, especialmente en otoño.
La magia de Albarracín reside en su casco histórico, un lugar que parece transportarte a la época medieval mientras paseas por sus calles estrechas y empedradas, rodeadas de casas construidas con madera y yeso rojizo. Entre sus monumentos más destacados se encuentra la Casa de la Julianeta, una construcción del siglo XIV que, por su inclinación, ha sido comparada con la famosa Torre de Pisa. Además, no puedes perderte su imponente castillo, una fortaleza situada sobre un peñasco que ofrece vistas impresionantes y que guarda los vestigios de la influencia islámica en la ciudad.
Otro de los atractivos monumentales de Albarracín es su catedral, un edificio del siglo XVI que destaca por su retablo mayor y el de San Pedro, además del coro y la cabecera que caen hacia el foso del río Guadalaviar. La visita a esta catedral se organiza a través de la Fundación Santa María de Albarracín, encargada de su restauración.
Para quienes deseen sumergirse aún más en la historia local, el Museo Diocesano, ubicado en el antiguo Palacio Episcopal, ofrece una visión fascinante de la vida diocesana de la época, además de destacar por su arquitectura original y haber sido galardonado con el premio Europa Nostra.
La naturaleza también tiene un papel importante en la experiencia de Albarracín. Un paseo por las murallas te ofrece panorámicas inolvidables de la ciudad y su entorno. Además, si deseas explorar su lado más natural, no te puedes perder el sendero del Paseo Fluvial del Guadalaviar, una ruta circular que rodea Albarracín a lo largo del río, ofreciendo vistas espectaculares de molinos antiguos y huertas.
Otra ruta imperdible es la del Barranco de la Hoz, también conocida como los Puentes Colgantes de Calomarde. Este recorrido te lleva a través de cañones y acantilados, cruzando pasarelas suspendidas sobre el río y te permitirá conocer la impresionante Cascada de Calomarde, un espectáculo natural que completa la oferta de aventura en esta región.