Aprovechar un puente, o cogerse unos días de vacaciones para hacer una escapada siempre apetece. Coger un avión e irse a una playa paradisiaca o a un paisaje exótico suena genial, pero no está al alcance de todos los bolsillos.
Un destino turístico que encanta desde siempre, es la Capadocia de Turquía, famosa por sus paisajes de otro mundo, con formaciones rocosas únicas, conocidas como "chimeneas de hadas". Estas columnas de piedra han sido moldeadas por la erosión durante miles de años, creando un terreno ondulante y de apariencia casi lunar.
Si no tenemos tiempo (o money) para irnos de escapada a la Capadocia de Turquía, siempre podemos hacer un plan ‘Low Cost’ en Aragón. En el corazón de la provincia de Zaragoza existe un lugar muy singular llamado la ‘Capadocia Aragonesa’.
Podría parecer que estamos hablando de un paisaje de ciencia ficción, pero la realidad es mucho más sorprendente. En la comarca de las Cinco Villas, encontramos los Aguarales de Valpalmas, un paisaje que, según National Geographic, "parece sacado de otro planeta".
Aquí, la naturaleza ha esculpido formaciones tan curiosas y fascinantes que se asemejan a las famosas chimeneas de hadas turcas, pero a escala más pequeña. Su visita es gratuita, y el viaje merece la pena si se un lugar original y agradable en el que desconectar.
Los Aguarales de Valpalmas
En Zaragoza, encontramos una versión, a menor escala de este fenómeno en los Aguarales de Valpalmas. Este paraje único es el resultado de un proceso geológico conocido como "piping".
Este proceso ocurre cuando el agua, al filtrarse a través de capas de suelo poco compacto, forma túneles y cavidades que, con el tiempo, colapsan, dando lugar a estas formaciones verticales. Las columnas de barro y arcilla que vemos en Valpalmas parecen esculturas hechas por manos humanas, pero son completamente obra de la naturaleza.
El paisaje es impresionante. En los días soleados, las formaciones adquieren tonalidades que varían desde el beige hasta el dorado, con un aspecto que, efectivamente, parece de otro planeta. El contraste con el cielo azul y el terreno árido que las rodea convierte a los Aguarales en un lugar que merece ser visto al menos una vez en la vida.
Aunque la visita es gratuita y accesible, es importante recordar que los Aguarales son un entorno muy frágil. Las formaciones de barro y arcilla son especialmente vulnerables a la erosión y a la actividad humana. Por eso, es fundamental respetar las indicaciones y no salir de los caminos señalados, para que futuras generaciones puedan seguir admirando este "pequeño planeta" en Zaragoza.
¿Cómo visitar los Aguarales?
Llegar a este increíble lugar es más sencillo de lo que parece. El punto de partida para visitar los Aguarales es la localidad de Valpalmas, donde comienza el sendero PR-Z-102. Desde la Plaza Ramón y Cajal, debes seguir una pista bien señalada hacia Piedratajada, un recorrido de unos dos kilómetros que puedes hacer tanto a pie como en coche.
Al llegar, encontrarás un aparcamiento gratuito y un mirador con una mesa interpretativa que explica el origen y las curiosidades de este fenómeno natural. Desde allí, puedes continuar tu paseo entre las columnas de tierra, disfrutando del silencio y la tranquilidad que ofrece este paisaje único.
Más allá de los Aguarales, la comarca de las Cinco Villas ofrece muchas otras maravillas naturales y culturales. Desde el impresionante castillo de Loarre hasta los pueblos medievales que salpican la región, como Sos del Rey Católico, este rincón de Aragón es un tesoro por descubrir.
Si te gusta la aventura, la geología o simplemente disfrutar de entornos naturales inusuales, este lugar es, sin duda, una visita obligada. Para hacer una escapada diferente, no hace falta ir muy lejos: en Aragón también tenemos nuestra propia Capadocia.