Zaragoza

Ciertamente los bocadillos de calamares son un clásico de Madrid, pero no solo en la capital se hace esta delicia. En todas las ciudades del país encontramos bocadillos de calamares espectaculares. Y en Zaragoza también.

Es más, uno de los bares zaragozanos está en el top 10 de los mejores bocadillos de calamares de España. Así que realmente los aragoneses no tienen nada que envidiar a los madrileños. Si vienes a Zaragoza, o vives aquí y buscas un buen bocadillo de calamares esta calle del centro es imprescindible.

Gastronómicamente hablando, es muy famosa la zona de El Tubo, por su gran variedad de tapas, y la calle don Jaime, que cuenta con La Republicana, La Tagliatela, o el bar-librería Didola entre otros. Sin embargo, la calle donde están los mejores bocadillos de calamares, es la calle Cinco de marzo.

El bocadillo de calamares conquista a locales y turistas por igual. En Zaragoza tiene su epicentro en la calle Cinco de marzo. En esta calle peatonal, hay tres establecimientos históricos —Calamar Bravo, La Mejillonera y Espumosos— que se han convertido en el destino predilecto de los amantes de los bocadillos de calamares.

Durante las Fiestas del Pilar, en la zona de las Food Trucks también hay una gastroneta de bocadillos de calamares. Se trata de Lila, y por 8 euros (de lo más barato en la zona) se puede disfrutar de un buen bocadillo de calamares con una salsa espectacular.

La calle Cinco de Marzo

La calle Cinco de Marzo marca una fecha señalada para la ciudad de Zaragoza. En la noche del 5 de marzo de 1838, los zaragozanos hicieron frente a las tropas de Juan Cabañero. Tras el fracaso carlista, se añadió al escudo de la ciudad la titulación de "Siempre Heroica".

Todos los años en la ciudad de Zaragoza se celebra la victoria en esa fecha, conocida como 'La cincomarzada'. La transformación de la calle Cinco de Marzo en el referente zaragozano de los bocadillos de calamares comenzó tras el derribo de las edificaciones de la cercana calle Moneva, que durante años albergó negocios legendarios.

Fue en 2011 cuando los míticos Calamar Bravo y La Mejillonera decidieron mudarse a esta calle, atrayendo a su fiel clientela y consolidando a la calle Cinco de Marzo como "la calle de los bocadillos de calamares" en Zaragoza.

Desde entonces, se ha convertido en una parada obligatoria para quienes buscan saborear el mejor bocadillo de calamares de la ciudad. Aunque cada bar tiene su propio toque especial, en todos ellos hay calamares crujientes y bien cocinados, acompañados de pan fresco y salsas irresistibles.

La calle cinco de marzo, es conocida como la calle de los bocadillos de calamares, está en pleno centro de la ciudad, haciendo esquina con el paseo Independencia, pero no es tan transitada como otras, por lo que no suele estar masificada y es muy cómoda para ir a comer o a cenar.

El bocadillo del Calamar Bravo

Fundado en los años 60, Calamar Bravo es un clásico de Zaragoza. Su nombre es sinónimo de calamares con salsa brava, una combinación que ha cautivado los paladares de varias generaciones. Desde su traslado a Cinco de Marzo, este bar continúa siendo una referencia indiscutible.

Su secreto radica en una receta cuidada al detalle: calamares de primera calidad, fritos al punto perfecto, y una salsa brava que le da un toque picante justo, sin perder el sabor natural del calamar. No es de extrañar que la revista Esquire lo incluyera en su lista de los 10 mejores bocadillos de calamares en España.

Bocadillo de calamares del 'Calamar Bravo'. E.E

En internet se describe como: "Bar informal de servicio en barra, famoso por su bocadillo de calamares, que también sirve tapas y cerveza". Un dato a tener en cuenta es que no aceptan el pago con tarjeta ni con bizum. Así que, quien vaya a por un bocadillo de calamares a este clásico bar, debe ir con dinero en efectivo

El bocadillo de la Mejillonera

La Mejillonera, que también se trasladó a la calle Cinco de Marzo, es otro punto clave para disfrutar de los calamares. Aunque su especialidad son los mejillones —y en un día ajetreado pueden llegar a preparar más de 150 kilos de este marisco—, los bocadillos de calamares no se quedan atrás.

Con un toque tradicional y sin rebozo, sus calamares se sirven con una mayonesa casera que añade cremosidad sin restarle protagonismo al producto estrella.

En La Mejillonera, la clave está en su sistema de trabajo eficiente: una plantilla numerosa con funciones perfectamente organizadas para asegurar que cada bocadillo salga a tiempo y con la misma calidad que ha caracterizado al local desde su fundación en 1967.

El bocadillo de Espumosos

Finalmente, en Espumosos, un establecimiento con más de un siglo de historia, el bocadillo de calamares también brilla como uno de sus platos estrella. Aunque este bar ofrece una variada carta que incluye la popular gamba orly y la refrescante caña con limón, los calamares siguen siendo uno de los favoritos entre los comensales.

Al igual que sus vecinos, Espumosos cuida cada detalle: desde el rebozado crujiente hasta el pan, todo está pensado para resaltar el sabor del calamar. En la ciudad hay otro Espumosos, en el paseo Sagasta, justo destrás de El Corte Inglés.