El último día de las Fiestas del Pilar se despertaba con un manto gris que cubría el cielo. Sin embargo, el sol salía una vez que comenzaba la tradicional Ofrenda de Frutos organizada por la Federación de Casas Regionales de Aragón.

Los cantos, ritmos y los mejores manjares de cada tierra no han tardado en levantar el animo de todos los asistentes que se aglomeraban en el recorrido para aprovechar la buena temperatura de la jornada. Cientos de espectadores han regalado aplausos y algún "olé" ante los cantos y bailes que van realizando los oferentes. 

La jornada ha comenzado con una plaza de Santa Engracia que se se ha llenado de participantes que mientras esperaban a salir se lanzaban a bailar sus bailes tradicionales como el caso del Centro galego de Burgos que ha aglomerado a muchos curiosos a verlos bailar. 

Los trajes tradicionales de las diferentes zonas de España vestían un paseo Independencia a rebosar de participantes. Los hermanos Rueda vestían un traje de fiesta procedente de Salamanca mientras que su madre mostraba uno más de campesina. "Venimos todos años, es algo que no podemos faltar", señalaban Paula, Ángela y Julián. Estos este año han decidido ofrecer a la Virgen del Pilar vino de la zona de Castilla y León. 

Cestas llenas de frutos o de pasteles de Extremadura inundaban las ofrendas de la Casa Regional de Extremadura. Isabel Monge, veterana en la Ofrenda, se encontraba emocionada minutos antes de comenzar: "Es algo muy grande y hay que vivirlo", decía. "Este año le llevo unas perruniñas, patatera y nueces, todo productos de Extremadura". explicaba esta oferente. 

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha abierto la Ofrenda de Frutos, junto al presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón. Chueca ha señalado antes de comer que la idea es "trabajar con las Casas Regionales para poder ampliarla y que pueda acoger a toda la ciudad como la Ofrenda de Flores". 

Mientras, el presidente de Aragón ha transmitido que se trata de un acto "en el que demostramos que somos los aragoneses, solidarios. Que es posiblemente la mayor expresión de solidaridad", concluía. 

Cantos y ofrendas 

La calle Alfonso I ha sido punto de gran aglomeración. Los viandantes se agolpaban a las vallas para disfrutar de las actuaciones de las Casas Regionales a su paso. Dos niños de la Casa de Asturias de Aragón han conseguido llevarse todas las miradas.

Daniel y Alvaro mostraban con gran soltura su saber en tirar sidra. Los aplausos no han tardado en aparecer y los "ven aquí, dame un poco" para probar la buena sidra de Asturias se han oído más de una vez. Estos llevan realizando esta tarea desde los cuatro años que comenzaron a participar. 

Desde Cataluña venían luciendo sus trajes Paula Molins y Paul Rivestapia, pubita y heredero de Cataluña. "Somos la representación de los jóvenes de cada pueblo y vamos por toda Cataluña y España mostrando nuestra cultura", explicaba este joven.

Estos jóvenes se sentían honrados de poder ser parte de un acto como la Ofrenda de Frutos: "Es un honor poder ver tanta gente junta celebrando el día de la Virgen del Pilar", señalaba Paul. A lo que añadía Paula: "Es muy bonito porque vemos gente vestida de todos los sitios de España y verlos juntos es especial", concluía.

Entre aplausos y expectación han recibido a los danzantes de Cetina. Este tradicional dance se ha llevado los aplausos de un paseo de la Independencia deseoso de poder disfrutar de un baile con tanta historia. 

Primeras veces

Los que han lucido bien alto y orgullosos sus ofrendas y de donde venían eran los barrios de Zaragoza, que han participado por primera vez en la Ofrenda de Frutos. "Es un día muy especial, estoy con la piel de gallina", señalaba Isabel Abad. Esta oferente del barrio del Actur ha mostrado su indecisión a la hora de elegir con lo que llenar su cesta: "No sabía muy bien que llevar pero he traído un poco de nueces, sardinas, frutos, un poco de todo", decía divertida. 

Otros que se estraban eran los vecinos de Monzalbarba que comentaban lo emocionados que estaban todos de poder participar por primera vez. "Pensar que podemos estar hoy ofrenciendo a la Virgen, emociona", expresaba una vecina del barrio. 

Las calles céntricas de la ciudad se han llenado de grandes cestas elaboradas con los alimentos típicos de cada región que han ido desde una buena sidra de Asturias hasta los dulces tradicionales de Teruel, los plátanos de Canarias o Acerolas de Zamora.