Aragón es tierra de pintorescos pueblos, y naturaleza impresionante. La cultura y la historia en Aragón se rodea de belleza gracias a los paisajes. Tanto en Huesca, como Zaragoza y Teruel cuentan con pueblos encantadores, y monumentos históricos dignos de conocer y visitar.
En las tres provincias de Aragón encontramos edificios históricos que evocan tiempos pasados llenos de belleza, cultura y leyendas. Entre sus muros encierran la memoria de una época que ya no volverá pero que es ampliamente estudiada y sigue despertando el interés de muchos.
Ubicada en pleno corazón de los Pirineos, Jaca es una joya del Alto Aragón que atrae a miles de visitantes cada año por su historia, cultura y paisajes. Pero si hay algo que destaca en esta ciudad pirenaica, es su imponente Ciudadela, una fortificación del siglo XVI que, además de ser testigo de la historia, está custodiada por ciervos.
La fortaleza también es conocida como el castillo de San Pedro, y se trata de una de las fortalezas de la Edad Moderna más grandiosa e importantes de España. Además, es la única construcción de su género que se conserva completa en toda Europa.
Vista desde arriba, se puede apreciar la forma estrellada de la ciudadela de Jaca. Su arquitectura, parece sacada de un cuento de princesas, sin embargo, está diseñada para la guerra y la defensa, no para cuentos de hadas.
La Ciudadela de Jaca: una fortaleza única en Europa
La Ciudadela de Jaca es una fortificación militar que fue construida en el año 1592, bajo el reinado de Felipe II, con el propósito de defender la frontera española de posibles invasiones francesas. Lo que la hace especial es su diseño en forma de pentágono, perfectamente simétrico, con cinco baluartes en sus esquinas.
Este tipo de fortificación, también llamado “fortaleza en estrella”, es una de las pocas en Europa que se ha mantenido en tan buen estado a lo largo de los siglos. Pasear por su interior es como hacer un viaje en el tiempo, recorriendo sus gruesos muros de piedra y contemplando la maestría de los ingenieros militares de la época.
Este tipo de construcción estaba pensado para resistir los ataques enemigos más modernos de su tiempo, ya que en ese entonces el uso de la artillería pesada en los conflictos bélicos comenzaba a ser común. Su planta pentagonal permitía una mejor defensa y control de los disparos, con ángulos perfectos para repeler los ataques.
La Ciudadela de Jaca a parte de ser un monumento histórico, también se ha convertido en un centro cultural. Alberga el Museo de Miniaturas Militares, donde se pueden ver más de 35.000 figuras en escenas que recrean grandes momentos bélicos de la historia.
Los ciervos de la Ciudadela: un curioso habitante
Si hay algo que sorprende a los visitantes de la Ciudadela de Jaca, es la presencia de sus ciervos, que viven tranquilamente en el foso que rodea la fortaleza. Este curioso detalle, que parece sacado de un cuento, tiene su origen en los años 70 cuando se introdujeron los primeros ciervos como parte de un proyecto para dar vida al entorno de la Ciudadela.
Desde entonces, los ciervos han pasado a ser una de las grandes atracciones de la fortaleza. Pasean libremente por el foso, lo que ofrece una imagen muy peculiar: una fortaleza militar rodeada de naturaleza viva.
Los ciervos han hecho del foso su hogar, y no es raro ver cómo las familias y los turistas se detienen a observarlos mientras descansan o pasean tranquilamente. Su presencia aporta una sensación de calma y serenidad, contrastando con la historia bélica que rodea el monumento.
Este pequeño “parque de ciervos” dentro de la ciudadela ha convertido a Jaca en un lugar aún más especial, ya que es raro encontrar un monumento histórico tan bien conservado que además albergue fauna autóctona. Los ciervos han pasado a ser, sin duda, uno de los símbolos más queridos de la ciudad.