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Las recetas tradicionales son un pilar fundamental de la cocina aragonesa. Los platos que se preparan en Aragón tienen una fuerte conexión con el territorio, aprovechando al máximo los productos locales que ofrece esta rica región. Las recetas pasan de generación en generación y se aprecian los platos contundentes que aporten energía.

En Aragón, la cocina se nutre de los productos de su entorno: verduras de la huerta, carnes de alta calidad como el ternasco, el cerdo y las aves de corral, y el aceite de oliva que se cultiva en tierras como el Bajo Aragón. Las estaciones marcan lo que se come, por lo que no es raro encontrar en otoño y en invierno guisos contundentes que reconfortan, mientras que en verano los platos suelen ser más ligeros, aprovechando las hortalizas frescas.

Dentro de la variedad culinaria destaca un ingrediente sencillo pero esencial que eleva el sabor de muchos platos: el ajo. Para las abuelas de Aragón, el ajo es el ingrediente perfecto e imprescindible en la cocina aragonesa. Por ejemplo, lo usan para hacer las típicas albóndigas de bacalao. Este plato, tan típico de la región, no solo es sabroso, sino que también es una excelente fuente de proteínas, lo que lo convierte en una opción nutritiva y completa.

El bacalao, un pescado blanco muy versátil, ha sido un alimento clave en la gastronomía aragonesa. Desde tiempos antiguos, su conservación en salazón permitió que fuera accesible incluso en las zonas más alejadas del mar. Gracias a su bajo contenido en grasas y alto aporte proteico, el bacalao es ideal para preparar platos tan nutritivos como las albóndigas, una forma de consumir pescado que gusta tanto a mayores como a pequeños.

En Aragón, la preparación de albóndigas de bacalao es una receta que ha pasado de generación en generación, adaptándose a las técnicas culinarias tradicionales. Y aunque pueda parecer un plato sencillo, la clave de su éxito radica en pequeños detalles como el uso del ajo, que aporta profundidad de sabor.

Albóndigas de bacalao

Las albóndigas son uno de los platos más populares en muchas cocinas del mundo, pero en Aragón, las albóndigas de bacalao ocupan un lugar especial. Se trata de un plato típico, especialmente preparado durante el tiempo de vigilia (por la norma cristiana de no comer carne en cuaresma), aunque se disfruta durante todo el año.

La receta destaca por su sencillez y por el uso de ingredientes de alta calidad, como el bacalao desalado, las patatas de la huerta aragonesa y, por supuesto, el ajo, que realza todos los sabores y le otorga su carácter único.

El ajo, que es considerado por muchos como "el ingrediente secreto de las abuelas", tiene un papel crucial en esta receta. Además de su inconfundible sabor, el ajo posee propiedades beneficiosas para la salud: es antioxidante, antibacteriano y ayuda a mejorar la digestión. En la preparación de las albóndigas de bacalao, se utiliza machacado junto con perejil y huevos, creando una mezcla aromática y deliciosa que forma la base de estas sabrosas albóndigas.

El bacalao, evidentemente, es otro protagonista fundamental. Se trata de un pescado rico en proteínas y bajo en grasas, lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan una comida equilibrada y saludable. Su textura suave y su sabor neutro lo hacen ideal para combinar con otros ingredientes, como el tomate.