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Aragón es una tierra repleta de historia, deliciosa gastronomía, pero también un importante legado lingüístico que todavía a día de hoy puede percibirse a través de algunas de las palabras y expresiones aragonesas típicas de la fabla aragonesa.

Y es que, aunque el paso de los años y la castellanización han hecho que muchas de estas expresiones y palabras caigan en el olvido, todavía es posible encontrarlas en algunas comarcas de Aragón.

Una de estas palabras que sigue presente en la vida cotidiana y en el ámbito familiar, se trata de un término entrañable y cariñoso empleado para denominar a los hermanos. Concretamente nos referimos al apelativo familiar de "chermano".

Una palabra que no solo se puede emplear para describir la relación entre hermanos de misma madre, sino también en un sentido más amplio para expresar camaradería o cercanía entre amigos y vecinos en algunas regiones.

La palabra "chermano" tiene su origen en el latín "germanus", al igual que su equivalente en castellano, pero evolucionó de manera diferente dentro del aragonés. A lo largo de los siglos, esta forma se mantuvo en los valles y comarcas de Aragón, especialmente en áreas montañosas y rurales donde el aragonés continúa sobreviviendo.

El apelativo para referirse a los hermanos

La palabra "chermano" (y su variante "chirmano") es una de las formas tradicionales en aragonés para referirse a "hermano", pero como otras muchas palabras típicas aragonesas, esta también ha caído en desuso con el paso de los años y en la mayoría de las regiones de Aragón debido a la influencia del castellano.

A lo largo del tiempo,palabras aragonesas para los vínculos familiares, como "chermano/a", han sido reemplazadas de manera sistemática por sus equivalentes en castellano, lo que ha llevado a que estas formas sean conservadas sólo en pequeños núcleos rurales, como en algunas zonas de Sobrarbe y la Alta Ribagorza, donde aún se usan o se han recuperado en cursos de fabla.

Curiosamente, el fenómeno gramatical del aragonés para los posesivos sigue presente en el uso de "chermano", ya que se prefiere el posesivo átono, como "mi chermano" o "tu chirmana", en lugar del posesivo tónico más común en el aragonés en otras palabras. Esto indica que, a pesar de estar en desuso en muchos lugares, "chermano" sigue representando una pieza importante del patrimonio lingüístico aragonés y se conserva en la memoria colectiva en algunas áreas.

Por encima de todo, la palabra "chermano" tiene un encanto especial, ya que nos conecta con nuestras raíces más profundas. No solo es un término para describir una relación familiar, sino también un reflejo de la historia, la cultura y la lengua aragonesa que, aunque en ocasiones olvidada, sigue presente en algunos rincones de Aragón. Recuperarla y utilizarla es, en cierto modo, una forma de celebrar la riqueza y belleza de este dialecto.