Zaragoza
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La gastronomía aragonesa se caracteriza por su sencillez y apego a la tradición, ofreciendo una riqueza de recetas que pasan de generación en generación. Entre las recetas tradicionales que podemos encontrar destacan los dulces. Se dice que los aragoneses son muy ‘lamineros’, y no es de extrañar cuando para cada celebración cuentan con un postre especial.

Entre los dulces más representativos destacan los huesos de santo, los buñuelos de viento y los panellets, que, junto a otros postres como las castañas asadas, son los grandes protagonistas de las festividades de Todos los Santos. En Aragón, estos manjares dulces no solo deleitan los paladares, sino que conectan a las familias con sus raíces, especialmente durante esta época del año.

En la cocina aragonesa, las recetas tradicionales suelen ser sencillas de preparar, utilizando ingredientes básicos y naturales. Uno de los ejemplos más claros son los huesos de santo, una delicia que no requiere habilidades avanzadas, pero sí algo de tiempo y paciencia para reposar y secar. 

Los ingredientes principales, como la almendra y el huevo, son productos típicos de la región que no solo aportan un sabor característico, sino también un valor nutricional relevante, haciendo de estos dulces algo más que una golosina.

Aunque los huesos de santo son conocidos tradicionalmente por su relleno de yema, la creatividad culinaria ha dado lugar a nuevas versiones con rellenos de chocolate, coco o praliné. Esto permite adaptar esta receta tan tradicional a los gustos más modernos, manteniendo su esencia. Además, la almendra, uno de sus ingredientes principales, es una excelente fuente de proteínas, lo que convierte a este postre en una opción más rica en nutrientes de lo que podría parecer a simple vista.

Receta de huesos de santo: rica en proteínas y sabor

La clave de los huesos de santo está en el mazapán, hecho a base de almendra molida, agua y azúcar. Este ingrediente es el que otorga al postre un alto contenido en proteínas, ya que la almendra, al ser un fruto seco, es naturalmente rica en proteínas vegetales.

En 100 gramos de almendra molida encontramos aproximadamente 21 gramos de proteínas, lo que lo convierte en un ingrediente destacado en este aspecto. Además, las yemas de huevo, otro componente esencial de los huesos de santo, aportan no solo un sabor dulce y cremoso, sino también proteínas de alta calidad.

Para aquellos que buscan disfrutar de un dulce con un aporte nutricional equilibrado, esta receta tradicional es una excelente opción. A continuación, mostramos cómo preparar unos deliciosos huesos de santo, siguiendo la receta aragonesa más auténtica.

Ingredientes y preparación

Ingredientes para el mazapán:

  • 200 g de almendra molida
  • 200 g de azúcar
  • 100 g de agua

Ingredientes para la crema de yema y para el baño:

  • 4 yemas de huevo L
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de agua
  • 150 g de azúcar glas
  • 3 cucharadas de agua

Elaboración

Preparación del mazapán: Comienza disolviendo el azúcar en el agua y lleva a ebullición durante un minuto. Retira del fuego y añade poco a poco el almíbar a la almendra molida, removiendo constantemente hasta obtener una masa manejable. Deja reposar la masa durante dos horas. Luego, extiéndela con un rodillo y corta en rectángulos para dar forma a los huesos.

Crema de yema: En un cazo, mezcla el azúcar y el agua para hacer un almíbar. Una vez listo, añade lentamente este almíbar a las yemas de huevo batidas, removiendo sin parar. Cocina a fuego lento hasta obtener una crema espesa.

Formado y glaseado: Con el mazapán, forma los huesitos y rellénalos con la crema de yema. Finalmente, baña los huesos en una glasa hecha con azúcar glas y agua. Deja secar durante varias horas.