Zaragoza
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Aragón es una tierra llena de contrastes, donde la naturaleza y la historia se entrelazan para formar paisajes de ensueño. Esta comunidad ofrece a los viajeros la posibilidad de adentrarse en lugares únicos, donde el tiempo parece haberse detenido. Desde sus montañas imponentes hasta sus valles fértiles, Aragón esconde pueblos que son verdaderas joyas, y senderos espectaculares perfectos para escapadas otoñales.

El otoño es una de las estaciones más mágicas para disfrutar de la naturaleza, y si hay un lugar en Aragón que destaca especialmente en esta época del año, es el sendero de las pasarelas de Alquézar. Ubicado en la Sierra de Guara, este recorrido es un plan perfecto para una escapada otoñal.

Alquézar, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, es el punto de partida de esta ruta que recorre el último tramo del Cañón del Río Vero, entre impresionantes pasarelas de madera, gargantas profundas y una vegetación exuberante.

Este sendero, de aproximadamente dos horas de duración, es accesible para la mayoría de los excursionistas, lo que lo convierte en una opción ideal tanto para familias como para los amantes de la naturaleza.

Las pasarelas de Alquézar están cuidadosamente integradas en el paisaje, permitiendo a los visitantes caminar a través de un entorno natural único, con vistas espectaculares al cañón y al curso del río Vero. Además, el pueblo medieval de Alquézar, con sus calles empedradas y su imponente colegiata, ofrece un telón de fondo histórico que hace de esta experiencia algo inolvidable.

Un recorrido entre naturaleza, historia y aventura

El sendero de las pasarelas de Alquézar no solo es un paseo relajante en plena naturaleza, sino también una lección viva de historia y geología. La ruta se adentra en el Cañón del Río Vero, un espacio donde el agua y la roca han creado auténticos paisajes de ensueño.

A lo largo del camino, es posible admirar cómo el hombre ha trabajado para aprovechar la fuerza del agua, con antiguos canales y molinos que en su día fueron esenciales para la economía de la zona.

Uno de los puntos más destacados de la ruta es la Cueva Palomera, visible desde el mirador de La Tallada. Esta cueva es la mayor de la zona, con una impresionante entrada de 45 metros de ancho, 28 metros de profundidad y 17 metros de altura. A lo largo de los siglos, ha servido de refugio natural y hoy en día se ha convertido en un espacio para los escaladores más aventureros. Además, en su interior se pueden observar pinturas rupestres, aunque solo se conservan fragmentos de las mismas.

Otro lugar curioso que se puede visitar es la Cueva Cholito, una pequeña gruta que, en tiempos pasados, fue utilizada por los vecinos del pueblo para encerrar su ganado. Aunque el acceso es complicado debido a la vegetación, la cueva es un vestigio de la vida rural de la zona, y su presencia añade un toque de historia y misterio al recorrido.

Perfecto para una escapada otoñal: naturaleza y comodidad

El otoño es sin duda el mejor momento para disfrutar de las Pasarelas de Alquézar. La combinación del frescor del cañón, la vegetación que comienza a cambiar de color y el sonido relajante del agua corriendo por el río, crean un ambiente idílico para quienes buscan una conexión directa con la naturaleza. Este sendero ofrece la ventaja de ser accesible, pero a la vez, no deja de ser una experiencia auténtica que te sumerge en la belleza del paisaje aragonés.

El precio para acceder al recorrido es asequible, lo que hace que sea una opción popular entre locales y visitantes. Los adultos pagan 5 euros, mientras que los niños menores de 11 años pueden disfrutar del recorrido de manera gratuita.

Además, los federados en montaña tienen un precio reducido de 2 euros, lo que incentiva a los amantes del senderismo a aprovechar esta oportunidad única de explorar el cañón desde una perspectiva privilegiada.