Zaragoza
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A solo unos kilómetros de Zaragoza se encuentra un rincón aragonés con imponentes murallas y preciosas iglesias que maravillan a quienes buscan un lugar especial lleno de historia y encanto. Esta localidad histórica, situada a menos de una hora de la capital aragonesa, es una parada obligatoria para los amantes del patrimonio cultural y de la arquitectura medieval. Recorrer sus calles empedradas y sus monumentos es viajar en el tiempo y descubrir una de las joyas mejor conservadas de Aragón.

Este enclave amurallado fue en su día una fortaleza de gran relevancia, cuyo esplendor aún se percibe en sus monumentos y su cuidada arquitectura. Su recinto histórico conserva las murallas más extensas de Aragón, de más de cuatro kilómetros de longitud.

En este espectacular recorrido, te reciben impresionantes puertas de acceso, como el Portal de Valencia, la Puerta Baja y la Puerta del Arrabal, que transportan al visitante a épocas pasadas, cuando esta localidad tenía un papel crucial en la defensa del territorio.

Estamos hablando de Daroca, uno de los pueblos más bellos de Aragón, que se encuentra en el valle del Jiloca y rodeado de un impresionante paisaje en pleno Sistema Ibérico. Desde el castillo, situado en lo alto, se puede apreciar toda la ciudad y el legado histórico que la rodea.

Las murallas de Daroca y sus más de doscientos edificios catalogados convierten a esta villa en un museo al aire libre de la arquitectura aragonesa.

Iglesias y monumentos de Daroca

El corazón del casco antiguo de Daroca alberga la majestuosa basílica de Santa María, famosa por custodiar los Sagrados Corporales, testigos de un milagro que data del siglo XIII. 

Durante un inesperado ataque musulmán, unas sagradas formas comenzaron a sangrar, marcando un acontecimiento que daría fama y misticismo a esta basílica. Además, la iglesia de San Miguel y las de San Juan y Santo Domingo de Silos, todas con detalles de estilos románico y mudéjar, son otras joyas que merece la pena visitar y que muestran la riqueza arquitectónica de Daroca.

Perderse por las empinadas y empedradas calles de Daroca es otra de las experiencias que esta localidad ofrece. Casas señoriales como el Palacio de los Luna, la antigua Casa de Canónigos y el Palacio de Gil Bernabé, entre otros, dan muestra de su antiguo esplendor. 

También se puede visitar el antiguo Hospital de Santo Domingo, hoy Museo de la Historia y las Artes, que conserva la historia y el arte de la región.

Cultura y tradición: del dulce a la música medieval

Daroca no solo es un lugar histórico, sino que también es famoso por su gastronomía y su tradición cultural. El Museo de la Pastelería Manuel Segura es una parada recomendada, y la localidad celebra una muestra anual en honor a la repostería tradicional.

Además, el Festival de Música Antigua y las fiestas medievales son citas imprescindibles, que atraen a numerosos visitantes y celebran el espíritu medieval de Daroca. Estas fiestas suelen realizarse durante los meses de verano, en julio y agosto.

A solo una hora de Zaragoza, Daroca se consolida como un destino turístico único, ideal para aquellos que deseen explorar la historia, la arquitectura y la gastronomía aragonesa. 

Sus murallas, iglesias y calles empedradas siguen siendo testigos de un pasado glorioso que hace de este pueblo uno de los más bonitos y culturalmente ricos de todo Aragón.